El árbol genealógico del candidato estadounidense Romney tiene profundas raíces polígamas

Washington.-  Cuando el aspirante republicano a la Casa Blanca Mitt Romney pronuncie mañana jueves un discurso clave sobre la fe en EEUU, un nombre flotará en el ambiente, el de Miles Park Romney, su bisabuelo paterno y un mormón polígamo.

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(EFE)

El precandidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos y ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, durante una intervención el 28 de noviembre pasado, en el debate de CNN y el portal de internet YouTube de los presidenciables republicanos que se realizó en el set del teatro Mahaffey, en St. Petersburg, Florida (EEUU).

Hannah Hood Hill, su bisabuela por parte de padre, describe de forma elocuente en su autobiografía la pena que le produjeron los múltiples matrimonios de su marido.

La poligamia forzó de hecho la escapada de los Romney a finales del siglo XIX a México, a donde huyeron en masa los mormones para evitar la persecución religiosa que se produjo en EEUU tras la prohibición de los matrimonios múltiples.

Ese exilio forzado explica que el padre del aspirante a la candidatura presidencial republicana, el ex gobernador de Michigan George Romney, naciese en Chihuahua, México, donde vivió hasta 1912, cuando su familia regresó a EEUU.

Romney, un devoto mormón, ha renegado públicamente de la poligamia, un fenómeno que todavía persiste en las zonas rurales del estado de Utah y que ha contribuido a alimentar la percepción negativa de los mormones entre algunos votantes estadounidenses.

Esa percepción se ha convertido en un lastre para las ambiciones presidenciales del ex gobernador de Massachusetts.

Más de la mitad de los participantes en una encuesta realizada el mes pasado por el buscador de internet Yahoo dijeron que no se sentirían cómodos votando a un mormón y un 20 por ciento indicó que se sentiría "muy incómodo".

La Iglesia Mormona tiene unos seis millones de miembros en EEUU, alrededor del dos por ciento de la población. Sus fieles creen en el profeta Joseph Smith (1805-1844), quien revisó amplias secciones de la Biblia, un acto considerado hereje por los líderes protestantes y católicos estadounidenses.

De ahí que tras meses de evitar referirse directamente a su fe, Romney haya optado por abordar el asunto en un discurso que pronunciará mañana en la biblioteca George H.W. Bush en College Station (Texas).

La decisión llega después de que un sondeo revelase el domingo que el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee ha superado a Romney en el crucial estado de Iowa, donde se inaugura el próximo 3 de enero el largo proceso electoral para el relevo en la Casa Blanca.

Huckabee, el favorito de los cristianos evangélicos, ha hecho de la fe la piedra angular de su estrategia electoral como quedó claro en un anuncio televisivo divulgado a finales del mes pasado en el que proclama que la fe lo define como persona.

Con todos esos datos sobre la mesa, Romney se prepara para una comparecencia que muchos han comparado con la de John Fitzgerald Kennedy (1961-1963) en las elecciones de 1960.

El primer y único presidente católico de EEUU, asesinado en noviembre de 1963, abogó en su legendario discurso a favor de la separación entre iglesia y estado para asegurar a los votantes que su fe no interferiría en sus decisiones políticas.

Romney afronta una encrucijada similar a la de Kennedy, aunque los analistas creen que optará por un camino distinto para tratar de convertirse en el primer inquilino mormón de la Casa Blanca.

El propio Romney aseguró el lunes que su discurso será "muy diferente". Sus comentarios sugieren que se mostrará partidario de un papel importante de la fe en la vida pública sin favorecer ninguna religión en particular, lo que podría ayudarle a granjearse la simpatía de la derecha evangélica.

Los expertos señalan que se trata de una apuesta peligrosa.

"Tiene una tarea difícil entre manos", dijo a Efe Michele Dilon, profesora de la Universidad de Nueva Hampshire, quien señala que el ex gobernador deberá tratar de atraer al público en general con un mensaje a favor de la tolerancia y responder por otro a las preocupaciones de la base más conservadora del Partido Republicano.