Correa teme una "puñalada por la espalda" de la oposición en la Asamblea por el caso Orellana

Quito.-  El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que si la Asamblea Constituyente interfiere en un conflicto interno en la provincia amazónica de Orellana, sería como "una puñalada por la espalda" al Gobierno.

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(EFE)

Esas declaraciones las hizo Correa antes de viajar a Argentina, donde asistirá a la investidura de la nueva presidenta de ese país, Cristina Fernández de Kirchner.

Tras insistir en que renunciaría al cargo si la Asamblea otorga la amnistía a unos manifestantes acusados de sabotaje en instalaciones petroleras y vías en Orellana, Correa dijo que la última protesta en esa zona fue organizada por "mafias organizadas" que intentan crear el caos.

Esas declaraciones las hizo Correa antes de viajar a Argentina, donde asistirá a la investidura de la nueva presidenta de ese país, Cristina Fernández de Kirchner, y tras un corta ceremonia de toma de juramento al nuevo ministro coordinador de Política, Ricardo Patiño.

A finales de noviembre, una protesta de pobladores de la localidad de Dayuma, en Orellana, derivó en la ocupación de instalaciones de la petrolera estatal Petroecuador y en la explosión de dinamita en puentes de una carretera, cuya terminación reclamaban los manifestantes.

El pasado 29 de noviembre, Correa declaró en situación de emergencia a la provincia y sometió a Dayuma a un toque de queda, para permitir que la fuerza pública garantizara el orden.

Este sábado, un juez de la zona ordenó la detención de la prefecta de Orellana, Guadalupe Llori, acusada de organizar la protesta y el sabotaje a la industria petrolera.

La prefecta, que es la máxima autoridad provincial elegida en las urnas, fue trasladada a una cárcel de Quito para investigaciones sobre los actos de presunta "sedición".

Aunque Correa no mencionó a Llori de forma explícita, dijo que en Orellana hay "mafias" que ejercen "chantaje" a través de las protestas.

El jefe del Estado admitió que la Amazonía es una de las zonas postergadas del país y dijo que su Gobierno hará lo necesario para el desarrollo de la región, aunque insistió en que, detrás de las protestas, hay grupos políticos que se aprovechan de la situación.

Vinculó al opositor Partido Sociedad Patriótica (PSP), que lidera el ex presidente Lucio Gutiérrez y su hermano Gilmar (asambleísta), de aprovecharse de las protestas en Orellana.

En esa provincia amazónica, dijo Correa, "ha reinado la ley de la selva y es hora de poner fin" a esa situación, y criticó las denuncias de supuestos "abusos" cometidos por militares y policías al sofocar las manifestaciones.

"Si ha habido un exceso de parte de la fuerza pública, seremos los primeros en investigar" y sancionar a los responsables, aseguró Correa, pero insistió en que hay siete agentes heridos, algunos de bala o perdigones, por los choques en Dayuma.

"Es injusto decir que un Gobierno humanista, como el nuestro, pone el petróleo sobre la gente. Lo que ponemos es la justicia, el bien común sobre los intentos de sabotaje, sobre la anarquía que ha reinado en ciertos sectores", apostilló Correa.

Asimismo, insistió en que renunciaría a la Presidencia si la Asamblea Constituyente otorga amnistía a los detenidos en Dayuma o si forma una comisión para investigar los hechos, pues aseguró que ellos sería una intromisión.

"Que la Asamblea cree una comisión para investigar el caso de Orellana, con Sociedad Patriótica, sería una puñalada por al espalda a un Gobierno patriota", exclamó Correa, que llamó a sus correligionarios en la Constituyente, que son la mayoría en ese foro, a impedir que la oposición imponga los temas de discusión.

"Es el momento de dar un espaldarazo claro a su Gobierno" solicitó Correa a los 80 asambleístas de Alianza País, la mayoría de los 130 que integran ese foro, y pidió "a los ciudadanos" que lo respaldan acudir a la Constituyente "a dar su apoyo al Gobierno".