Correa renunciará si la Constituyente da amnistía a los acusados de "sedición" en Orellana

Quito.-  El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que renunciará a la jefatura del Estado si la Asamblea Constituyente concede la amnistía a acusados de supuesta "sedición" durante una protesta de pobladores en la provincia petrolera de Orellana.

ampliar foto

(EFE)

"Si declaran amnistía, muy bien, me voy a mi casa y nombren a otro Presidente que siga con esta alcahuetería de siempre, porque yo no me prestaré para que el país siga en la misma anarquía que nos ha hecho tanto daño", añadió el mandatario ecuatoriano.

Correa, en su habitual espacio radial sabatino, afirmó que si se declara una amnistía para esos presos, renunciará a la Presidencia, pues dijo que no permitirá "que siga la impunidad, que siga el mismo cuento de siempre".

El jefe del Estado también se defendió de la queja de varios grupos de derechos humanos que han advertido de supuestos "abusos" represivos por parte de militares, para sofocar la protesta en el sector de Dayuma, en la provincia amazónica de Orellana.

Asimismo, dijo que, aparentemente, la protesta en Dayuma podría haber sido manipulada por el opositor Partido Sociedad Patriótica (PSP), que lideran el ex gobernante Lucio Gutiérrez y su hermano Gilmar.

Correa hizo un llamamiento a sus correligionarios en la Constituyente, que ocupan 80 de los 130 escaños, para que, según dijo, "no caigan en esta trampa de un mentiroso como Gilmar Gutiérrez (también asambleísta), que quiere imponernos una agenda" de discusiones en la Asamblea.

"Si declaran amnistía, muy bien, me voy a mi casa y nombren a otro Presidente que siga con esta alcahuetería de siempre, porque yo no me prestaré para que el país siga en la misma anarquía que nos ha hecho tanto daño", añadió.

"No caigamos en ingenuidades, en romanticismos", remarcó el jefe del Estado, tras afirmar que en Dayuma "no hay comunidades indígenas protegiendo su selva, su tierra milenaria; ahí hay mafias organizadas al mando de politiqueras de la región, que viven del conflicto y que son las primeras en no querer que se resuelvan las cosas".

Según Correa, "supuestamente la protesta era para el asfaltado de una carretera, pero intentaron volar dos puentes de esa carretera. Pusieron cinco cargas de dinamita, tres explotaron y dos no, por eso no se derrumbaron los puentes".

Asimismo, defendió la actuación de las fuerzas militares y de los policías que sofocaron la protesta, amparados en un decreto Ejecutivo de emergencia en Orellana, emitido el pasado 29 de noviembre.

Correa informó que un policía "casi pierde la pierna" por disparos y, pese a que señaló que no hay heridos graves en el bando de los manifestantes, indicó que una imagen en la que se muestra a un sujeto con golpes en el rostro, es un acusado de intentar "asesinar" a un agente del orden.

"Siempre he estado del lado de las comunidades, pero no puedo ser injusto ni ingenuo; hay sedición por parte de mafias criminales y politizadas que utilizan a ciertas comunidades" para sus intereses, subrayó Correa.

Además, recordó que varios encapuchados ingresaron a las instalaciones de la empresa estatal Petroecuador para obligar a los operarios al cierre de operaciones, con lo cual, la producción petrolera "bajó en 36.000 barriles", que ya se ha recuperado.

Señaló que hay entre 25 y 27 detenidos por la protesta en Dayuma, a los que se les someterá a investigaciones para saber "cuáles son los autores intelectuales de todo este sabotaje".

"Ya sabemos quiénes son, siempre lo supimos, pero tratamos de confirmarlo" con las investigaciones, añadió el jefe del Estado, tras asegurar que los responsables serán procesados "por sabotaje", con penas que pueden llegar hasta 12 años de prisión.