Revilla reconoce que el edificio derrumbado en Santander tenía que haberse rehabilitado "hace tiempo"

SANTANDER.-  Después de que ante ayer se derrumbara un edificio en pleno centro de Santander provocando la muerte de al menos tres personas, tanto autoridades políticas como asociaciones vecinales lamentaron ayer no haber tomado medidas con anterioridad, dada la situación de degradación de dicha zona de la capital cántabra. Así, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, reconocía que la situación "tendría que haberse solucionado hace tiempo", mientras la portavoz de la Asociación de Vecinos del barrio, Yolanda Fernández, lamentaba que haya tenido que pasar "una desgracia personal" para que las autoridades hayan "cogido el toro por los cuernos". Tras una noche de búsqueda, los equipos de rescate recuperaban ayer los cuerpos de dos víctimas, que son el hijo y el inquilino de la mujer, también sin vida, encontrada ayer bajo los escombros.

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EP (OTR/PRESS)

Después de que ante ayer se derrumbara un edificio en pleno centro de Santander provocando la muerte de al menos tres personas, tanto autoridades políticas como asociaciones vecinales lamentaron ayer no haber tomado medidas con anterioridad, dada la situación de degradación de dicha zona de la capital cántabra. Así, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, reconocía que la situación "tendría que haberse solucionado hace tiempo", mientras la portavoz de la Asociación de Vecinos del barrio, Yolanda Fernández, lamentaba que haya tenido que pasar "una desgracia personal" para que las autoridades hayan "cogido el toro por los cuernos". Tras una noche de búsqueda, los equipos de rescate recuperaban ayer los cuerpos de dos víctimas, que son el hijo y el inquilino de la mujer, también sin vida, encontrada ayer bajo los escombros.

El presidente cántabro aseguró que "no es la primera vez" que ocurre un suceso de estas características en Santander por lo que prometió tomar las medidas oportunas para que "no ocurran más desgracias", en la zona, que reconoció "está de pena". Por ello reconoció que "para lo que sirven estas historias" es "para que se ponga remedio y que sirva de alerta para que ante situaciones similares, evitemos estas catástrofes".

Del mismo modo, aseguró que "toda esta zona está en muy mala situación y a veces tienen que ocurrir estas desgracias para que se tomen medidas y que toda la zona se rehabilite y halla en ella de seguridad, que es lo mínimo que puede pedir la gente". También tuvo palabras de admiración para los efectivos que, desde la tarde de ante ayer trabajan en las tareas de desescombro, destacando que "la participación de estos hombres es siempre excepcional, con una dedicación absoluta y muy cualificados".

En esta misma línea se mostró la portavoz de la Asociación de Vecinos del Cabildo de Arriba, Yolanda Fernández, quien lamentó que haya tenido que suceder "una desgracia personal" en la zona degradada para que se coja "el toro por los cuernos". Por ello confió en que las muertes "no sean inútiles".

Ayer los servicios de rescate añadían dos nuevos nombres a la lista de víctimas de este derrumbe: Jesús Manuel Gómez de 52 años, hijo de Gumersinda Colmenero, la mujer que fallecía ayer tras ser encontrada por los servicios de rescate y un ciudadano argentino, Teodoro Raúl Monzón de 76 años y que convivía con ambos. Todos residían en el mismo piso, ubicado en la buhardilla del edificio.

EL ANTES Y EL DESPUÉS

Por otra parte, Fernández indicó que "tiene que haber un antes y un después de esta tragedia", de la cual a su juicio son responsables "las administraciones local, autonómica y del Estado" que olvidan que allí "viven personas, muchas mayores y con limitadas posibilidades económicas".

Por su parte, el alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, atribuyó lo sucedido a unas labores de excavación realizadas por una empresa privada en un edificio contiguo al derrumbado, sin licencia municipal. Así, aseguró que el pasado lunes 3 de diciembre el Servicio de Arquitectura del consistorio realizó un informe en el mantenía que el edificio no estaba declarado en ruinas y que las obras ya realizadas en el edificio de al lado del accidentado no se ajustaban a lo autorizado.

Precisamente, el regidor se reunía este mediodía con los vecinos de la zona para trasladarles las condolencias de toda la Corporación Municipal e informarles de los trámites que venía realizando el Ayuntamiento previamente al desplome del edificio, así como de la marcha de las labores de desescombro y la asistencia a las personas realojadas por los servicios sociales municipales.

TRES DÍAS DE LUTO

También les trasladó los acuerdos adoptados esta mañana en la Comisión de Fomento, entre ellos la inmediata realización por parte del Ayuntamiento de una inspección técnica, que contará con el apoyo de técnicos externos, sobre el estado de todos los edificios del Cabildo, así como del resto de las obras que se estén ejecutando en el entorno y la inauguración de una oficina para atender, informar y colaborar con todos los vecinos.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la vicepresidenta cántabra, Lola Gorostiaga, junto al propio presidente de la comunidad y al alcalde santanderino visitaron la zona en la mañana de ayer donde comprobaron el estado del inmueble y manifestaron la "solidaridad" del PSOE, partido al cual pertenecen ambos dirigentes.

Por otro lado, el ayuntamiento de Santander decretó tres días de luto por los tres fallecidos.