Tampoco la suerte le favoreció a "El Capea" en la Plaza México

México DF.-  Tampoco le favoreció la suerte al diestro español Pedro Gutiérrez Lorenzo, "El Capea", en la sexta corrida de la temporada formal 2007-2008 en la Monumental Plaza México y se fue en vacío, al igual que los mexicanos Rafael Ortega y Víctor Mora, éste teniendo los mejores momentos con salida al tercio por pinchar.

ampliar foto

(EFE)

No le favoreció la suerte al diestro español Pedro Gutiérrez Lorenzo, "El Capea", en la sexta corrida de la temporada formal 2007-2008 en la Monumental Plaza México.

Poco menos de un cuarto de entrada, unas 8.000 personas, en este festejo en que se lidió un encierro de la ilustre divisa de Javier Garfias, que tampoco sirvió.

Un lote justo de presencia, desigual de tipo, aunque parejo en lo descastado de su juego, con nula transmisión y, sobre todo, sin la calidad que suele tener este hierro.

El primero noble, claro y soso; el segundo sin clase y sin estilo; el tercero con mejor son, pero parado; el cuarto sin recorrido y sin clase, otro toro sin chiste el quinto y el sexto brusco y sin emplearse.

Ortega, con el noble primero muy bien con el capote y las banderillas, trasteo en que hubo series magníficas que no penetraron en el ánimo del público. Estocada y cinco descabellos, aplausos. Con el cuarto que no ayudó en nada, lo mejor fue el tercio de banderillas con dos pares estupendos. Silencio al final.

"El Capea", no le sonrío, dos astados poco propicios, aunque Pedro se mostró decidido, no le caló al cónclave y en el segundo división de opiniones y breve con el acero, al igual que en el quinto, otro ejemplar que no funcionó y dio al traste en las aspiraciones del salmantino.

Mora, como en su pasada actuación, estuvo decidido toda la tarde y, con franqueza, en torero en el primero. Firme con plan en su faena que fue la que caló con fuerza. Un pinchazo hondo y tres intentos de descabello. Si acierta, corta mínimo una oreja. Saludos en el tercio con mucha fuerza. En el mismo plan en el sexto, ejemplar áspero y sin calidad. La labor de Mora por arriba del burel. Concluyó de estocada para ovación final.