James Bond era ornitólogo

MADRID.-  Las aves no sólo pueblan el entorno más próximo del ser humano, también le acompañan en páginas de literatura, letras de música, pinturas, pantallas de cine... El biólogo Joaquín Gómez Cano las ha buscado por todos estos sitios y ha reunido sus hallazgos en el libro «Un encuentro con las aves», editado por la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birdlife) y la Obra Social Caja Madrid, donde repasa la gran influencia de estos animales alados sobre la cultura de la especie humana desde la prehistoria.

D. Retamar

Ilustración titulada "Viajeras", de Damián Retamar

La obra constituye un compendio de referencias históricas, datos sobre la situación de estos "pequeños dinosaurios emplumados" e información sobre el mundo ornitológico, plagado de curiosidades. ¿Sabía que el agente James Bond era en realidad un ornitólogo? Como cuenta Gómez Cano, al parecer el escritor Ian Fleming cogió el nombre prestado para su personaje de la Guía de aves de las Indias Occidentales que tanto utilizaba, y que estaba escrita por el ornitólogo James Bond.

Otro dato curioso: la persona que más aves diferentes ha observado del mundo se llama Tom Gullick y vive en España. Ha situado el récord en 8.600 especies. No está nada mal, pues como asegura el libro, hoy se conocen en todo el planeta cerca de 10.000 especies de estos animales cubiertos de plumas. Por cierto, mientras el pequeño colibrí apenas tiene mil plumas en su cuerpo, algunos cisnes llegan a superar las 25.000.

Como asegura el autor de esta curiosa obra, el primer pájaro que surcó la poesía española fue la corneja que rasgaba el cielo de Castilla mientras el Cid marchaba al destierro. Pero luego han sido muchos los poetas que han escrito sobre las aves, como Pablo Neruda, en su obra 'Arte de pájaros', libro dividido en aves reales (pajarintos) e imaginadas (pajarantes). Entre los primeros está el cisne de cuello negro, del que Neruda dice: "Sobre la nieve natatoria/una larga pregunta negra".

En la pintura, Gómez Cano incide especialmente en las figuras de arte rupestre pintadas en la cueva del Tajo de las Figuras, en el pueblo gaditano de Benalup-Casas Viejas. En cuanto a la música, recopila obras como 'La Urraca ladrona', de Rossini; 'La Maja y el ruiseñor', de Granados; o 'El lago de los cisnes', con música de Tchaikovski. También destaca los Cuadernos de cantos de pájaros que Olivier Messiaen escribió para piano. Cada uno de estos cuadernos corresponde a un pájaro diferente y su autor los escribió directamente en el campo.

Del cine, el biólogo se refiere a 'Los pájaros', de Hitchcock, o 'El hombre de Alcatraz' película en la que Burt Lancaster llevaba a las pantallas la vida real de Robert Stroud, un preso que acabó convertido en un gran ornitólogo. Más actuales, el autor aplaude la aparición de documentales como 'Nómadas del viento'.

Sin embargo, no son todo curiosidades. La obra también aporta algunos datos para la reflexión. Como recalca el biólogo, un 12% de las casi 10.000 especies conocidas se encuentra en peligro de extinción. "Esto supone que un millar de especies se la está jugando a cara o cruz", escribe.

En España, el autor del libro calcula que se pueden observar más de medio millar de especies aladas y destaca la gran riqueza ornitológica existente, pues además de ser 16 las especies que cuentan aquí con su mayor población mundial (como el águila imperial), otras 47 concentran también en el país el mayor contingente del continente europeo.

El más abundante en España es el gorrión común, con cerca de diez millones de parejas, al que le sigue el verdecillo, con una población que oscila entre los 4 y 6,5 millones de parejas, y luego el mirlo común, el jilguero y la golondrina común. Así lo explica el autor de este libro, que en las primeras páginas indica que, si bien podría haber dedicado la obra a la imaginaria paloma de la paz dibujada por Picasso o a la auténtica NEHU 40 MS1, alias Winkie, miembro de la II guerra Mundial del RAD Pigeon service, que fue condecorada por un agotador vuelo que permitió salvar a toda una tripulación perdida en alta mar, al final opta por otros pájaros que sufren el más doloroso de los castigos: "la condena a cadena perpetua en una pequeña jaula que les impide volar".