La UE aún confía en que la Conferencia de Bali siente las bases de un acuerdo global posterior a 2012

Bruselas.-  Aunque las diferencias entre los países sobre la manera de combatir el cambio climático amenazan los objetivos de la Conferencia de Bali, la UE aún confía en que esa reunión siente las bases de un acuerdo "global, general y efectivo" para combatir el calentamiento global.

Así lo indicaron los líderes de los 27 en unas conclusiones que inciden en la urgencia de que Bali dé respuesta a la necesidad de actuar contra ese problema, mediante el inicio de negociaciones "con el fin de alcanzar en 2009 un acuerdo global para el periodo posterior a 2012", cuando concluye el Protocolo de Kioto.

En ese contexto, los mandatarios europeos recordaron el documento respaldado el pasado octubre por los ministros de Medio Ambiente de la UE, que "establece con detalle los objetivos y elementos que la Unión está convencida de que deben formar parte del futuro acuerdo y servir de orientación al proceso negociador".

Se refirieron en particular al compromiso de reducir de forma unilateral las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20% para 2020 respecto al nivel de 1990, cifra que podría llegar al 30% si otros países industrializados se obligaran a lo mismo.

También a la voluntad de los Veintisiete de que el 20% de la energía que consuma en 2020 proceda de fuentes renovables y que los biocombustibles supongan el 10% de los carburantes que se usen en ese año.

El primer ministro británico, Gordon Brown, matizó no obstante que nadie espera que Bali sea "la última palabra" y consideró que todavía es pronto para saber cómo terminarán las negociaciones.

Sin embargo, confió en que todos los países se impliquen en la lucha contra el calentamiento del planeta y que "todos los temas se pongan sobre la mesa", incluyendo por ejemplo el problema de la deforestación.

Por otra parte, los líderes de la UE incluyeron hoy la gestión del agua y la lucha contra los efectos de la sequía en su agenda política y pidieron a la Comisión Europea que presente un informe en 2008 sobre la puesta en marcha de un conjunto de medidas acordadas este año para afrontar esos problemas.

Sobre esa base, Bruselas deberá "revisar y desarrollar la estrategia evolutiva de la UE hasta 2012, teniendo en cuenta la dimensión internacional" de la sequía y la escasez de agua, señala el texto.

Los Jefes de Estado o Gobierno de los 27 respaldaron así las conclusiones aprobadas el pasado noviembre por los ministros europeos de Medio Ambiente, que adoptaron un conjunto de propuestas para combatir la creciente falta de agua, que afecta especialmente a los países del sur.

Esas medidas dan prioridad a la buena gestión y el ahorro y contemplan la posibilidad de crear un Observatorio Europeo sobre la sequía y la desertización que España aspira a albergar.

Por otra parte, los líderes de los 27 reconocieron "la necesidad de reforzar el vínculo entre los negocios y la biodiversidad" a escala europea y destacaron la necesidad de "seguir trabajando hacia un transporte sostenible y respetuoso con el medio ambiente".

Además, la UE apoyó la adopción de medidas para impulsar una política marítima europea e invitó a la Comisión a presentar una estrategia para el mar Báltico, a más tardar en junio de 2009.