El nuevo equipo gestor de Citigroup toma sus primeras decisiones complicadas

Nueva York.-  La decisión de Citigroup de integrar en sus cuentas unos instrumentos de inversión cuyos activos se han depreciado en sólo cuatro meses casi un 44%, se ha convertido en el primer gesto visible de que el mayor banco de EE.UU. ya cuenta con un nuevo líder en su gestión.

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(EFE)

El mes pasado, Citigroup, el mayor banco de EE.UU., anunció la anotación en sus cuentas de 6.800 millones de dólares como amortización por depreciación de activos relacionados con deuda respaldada por hipotecas.

Más de un mes después de que dimitiera el anterior presidente y consejero delegado de Citigroup, Charles Prince, esta decisión sorprendió hoy a los inversores de Wall Street, que hasta ahora habían visto cómo el banco se oponía a tomar el control de esos vehículos de inversión estructurada o 'SIV'.

Los SIV permiten a los bancos invertir de activos a largo plazo (muy a menudo en deuda respaldada por hipotecas) sin tener que contabilizar las inversiones en su balance.

La proliferación en Estados Unidos de las hipotecas de alto riesgo o 'subprima' (con alta posibilidad de impago y tipos de interés que suben con el tiempo) ha hecho que cada vez más gente no pueda pagar sus hipotecas en el país.

Por ello, la deuda respalda en hipotecas que los bancos venden a modo de pagarés a otros inversores (y que se ha incrementado y sofisticado en los últimos años hasta límites insospechados) ha perdido su valor y ya nadie la quiere comprar, lo que obliga a las entidades financieras a asumir que esos "pagarés" ya no tienen el valor que habían anotado como activos en sus cuentas.

El mes pasado, Citigroup, el mayor banco de EE.UU., anunció la anotación en sus cuentas de 6.800 millones de dólares como amortización por depreciación de activos relacionados con deuda respaldada por hipotecas y advirtió de que esa cantidad podría ascender al final del año a 11.000 millones.

Un par de semanas después, Citigroup logró cerrar un acuerdo con el fondo de Abu Dhabi, el mayor y más rico de los siete emiratos de Emiratos Árabes Unidos, para que éste ingresara en el banco 7.500 millones a cambio de una participación del 4,9 por ciento, lo que permitirá compensar en parte esa depreciación.

La decisión anunciada (que ya exige al banco anotarse una caída de sus activos equivalente a la diferencia entre los 87.000 y 49.000 millones que valían antes y ahora los SIV), aumenta el grado de exposición de las cuentas del banco a la crisis hipotecaria, que ya durante el tercer trimestre anunció una caída de su beneficio del 58 por ciento, hasta los 2.212 millones de dólares.

Para justificar la decisión de integrar esos instrumentos financieros, el banco argumenta en un comunicado que "responde al reciente anuncio de revisión de la calificación de la deuda de las SIV para su posible rebaja por parte de Mooddy's y Standard & Poor".

También se debe a "la reciente reducción de liquidez" de ese tipo de instrumentos, añade el banco, que durante la sesión bursátil perdió hoy en Bolsa 39 centavos, el 1,26 por ciento, hasta los 30,69 dólares por acción.