Baptista, un invitado inesperado

Madrid.-  Si hay un invitado sorpresa a la fiesta del clásico ése es Julio Baptista: el brasileño ha pasado de estar en el mercado, para abandonar el Real Madrid en invierno, a ser pieza clave del esquema de Bernd Schuster.

No viajó a Alicante para jugar la Copa con los suplentes, un detalle que delata las intenciones del técnico blanco.

Baptista se perfila titular en el Camp Nou. Es el último jugador en llamar a la puerta de la titularidad, para instalarse en ella. Es presente y futuro del Real Madrid. Ya pocos recuerdan su llegada sin hacer ruido a la casa blanca, eclipsado por el fichaje de Robinho, que acaparaba casi todas las portadas, cuando también el Barcelona tanteó su contratación sorprendido por el rendimiento de "la bestia" en el Sevilla.

Menos aún tienen presente el desprecio de Fabio Capello a Baptista, cuando antepuso a su protegido Emerson. Tras un año de cesión, con Bernd Schuster su vida ha cambiado. Y eso que los comienzos no fueron fáciles.

Después de ser el gran protagonista veraniego del Brasil campeó de la Copa América, se sumó a la pretemporada madridista en Hannover, donde Schuster le habló con franqueza desde su primer encuentro. El técnico quería un centrocampista "tipo Ballack". En ese momento no vio que lo tenía enfrente. "Tienes gente por delante y será muy difícil que disfrutes de continuidad", le dijo el alemán. "He vuelto para quedarme", le respondió.

Baptista ha sido fiel a sí mismo. Guardó siempre silencio hastiado del banquillo, de calentar en la banda viendo los minutos pasar o de quedarse fuera de convocatorias. Dejó claro que su momento estaba por llegar y que no bajaría los brazos en la lucha, aceptando una salida en el mercado invernal.

Su trabajo de entrenamientos comenzó a dar frutos en la quinta jornada. Firmó un espectacular gol de chilena ante el Real Betis, que ayudaba a asentar al Real Madrid en el liderato liguero. No recibió continuidad y su estrella se fue apagando.

No fue hasta la expulsión de José María Gutiérrez "Guti" en Murcia cuando Schuster confió plenamente en Baptista. Ante el Racing por primera vez le dio la oportunidad como centrocampista y Julio respondió incrementando el músculo en el medio, dando asistencias de gol y concediendo llegada desde segunda línea.

Confirmó las sensaciones en San Mamés, ante Lazio y Osasuna. Todos los partidos acaban con triunfo blanco y Schuster, poco amigo de los cambios cuando los resultados acompañan, no encuentra el hueco para la vuelta de Guti a la titularidad.