Nueva víctima política en el duelo entre la Fiscalía y la Policía de Sudáfrica

Pretoria.-  Pretoria, 12 (EFE).- El intenso duelo que mantienen desde hace meses la Policía de Sudáfrica y la Fiscalía General se cobró hoy una nueva víctima política, al anunciarse que ha quedado apartado del cargo el comisario general de Policía, Jackie Selebi.

Selebi, también jefe de la Interpol, será acusado próximamente ante los tribunales de corrupción y el presidente sudafricano, Thabo Mbeki, anunció hoy que había aceptado la "excedencia extendida" que le pidió Selebi en las últimas horas.

"La ley debe seguir su curso, sin interferencias de ninguna parte", afirmó Mbeki en una rueda de prensa que ofreció hoy en esta capital, al referirse a las acusaciones que recaen sobre Selebi, considerado como un amigo fiel del gobernante.

Con la decisión anunciada hoy, ya son dos las víctimas políticas del más alto nivel que derivan del enfrentamiento entre la Fiscalía General y la Policía, a raíz del intento judicial por llevar a Selebi ante los tribunales.

El 24 de septiembre del año pasado fue suspendido en sus funciones el fiscal general, Vusi Pikoli.

Aunque Mbeki no anunció las razones de la suspensión de Pikoli, la prensa local la atribuyó a la orden de arresto contra Selebi, que fue requerida días antes por la Fiscalía General y que finalmente no se cumplió, a la espera de revisar el caso.

Con la suspensión en sus funciones de Selebi y Pikoli, quedan descabezadas dos instituciones claves en este país, que tiene los mayores índices de delincuencia de todo el mundo.

Los hechos se producen también en una época de turbulencias políticas y judiciales que han llegado hasta los máximos niveles del poder.

La Fiscalía General, después de revisar la causa que estaba pendiente desde septiembre pasado, anunció ayer que Selebi será acusado por presunta corrupción, a raíz de la relación que tuvo con un personaje oscuro de la vida sudafricana, Glen Agliotti.

Según el fiscal general interino, Mokotedi Mpshe, Selebi presuntamente recibió pagos por valor de 1,2 millones de rands (unos 171.000 dólares) de parte de Agliotti, supuestamente para proteger sus actividades delictivas.

Agliotti fue detenido el 16 de noviembre de 2006 y está acusado de estar detrás del asesinato del empresario minero Brett Kebble, bien relacionado con ciertos sectores políticos del Gobierno y que fue acribillado a balazos el 28 de septiembre de 2005.

Selebi ha reconocido que Agliotti era su amigo y que tenía frecuentes "conversaciones sociales" con él. Un semanario sudafricano aseguró que Agliotti era informante de la Policía en su lucha contra la el tráfico de drogas.

Los supuestos pagos que hizo Agliotti a Selebi datan de 2004 y de 2005. El Ministerio Público también dice que Selebi hizo presuntamente la vista gorda en el contrabando de mándrax, un barbitúrico muy usado en Sudáfrica, detrás del que presuntamente estaría Agliotti.

Para cerrar de momento el duelo entre las dos instituciones, Mbeki anunció que Selebi quedaba en excedencia desde la última medianoche. Fue pedida por el ahora ex comisario general de Policía, pero se desconoce por cuánto tiempo se prolongará.

Selebi fue elegido también jefe de la Interpol. Mbeki dijo que, respecto al futuro de ese puesto, será la Policía Internacional la que decida.

En las últimas horas, Mbeki estaba siendo presionado desde la oposición para que suspendiera en sus funciones a Selebi, al anunciarse que la Fiscalía General actuaría judicialmente contra él.

"La lucha territorial entre la Policía de Sudáfrica y la Fiscalía General ha alcanzado ahora un punto crítico y está creando un vacío (de poder) que puede ser aprovechado por el crimen organizado", afirmó el viernes la opositora Alianza Democrática.

Hoy, al comparecer ante la prensa, Mbeki defendió sus actuaciones en este caso, a pesar de que las acusaciones contra Selebi se venían produciendo desde hace meses.

"Si alguien me hubiera traído información de que (Selebi) hizo algo incorrecto, habría actuado", agregó el gobernante.

Mbeki anunció que, en carácter interino, ha quedado como comisario general Timothy Williams, uno de los vicejefes de la Policía de Sudáfrica.

La decisión se conoce en uno de los momentos de mayor debilidad política de Mbeki, que está en el poder desde 1999 y cuyo mandato expira en 2009.

En diciembre pasado perdió una lucha interna por mantenerse en la presidencia del gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, en inglés), que pasó a manos de Jacob Zuma, el vicepresidente a quien cesó Mbeki el 14 de junio de 2005 por sospechas de corrupción.