Berger se va con la cabeza en alto y no le preocupa una "cacería de brujas"

Guatemala.-  El conservador Óscar Berger asegura que se va de la presidencia de Guatemala con "la cabeza en alto y sin arrepentimientos", y que no le preocupa una "cacería de brujas" porque "no tenemos nada que esconder".

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(EFE)

El presidente de México, Felipe Calderón (i), y su homólogo de Guatemala, Óscar Berger, conversan ayer, en Ciudad de Guatemala. Berger asegura que se va de la presidencia de Guatemala con "la cabeza en alto y sin arrepentimientos".

En una entrevista que publica hoy el diario local "Prensa Libre", Berger, quien esta tarde le entrega el mando al socialdemócrata Álvaro Colom, enumera varios de sus logros y desaciertos durante su Administración.

Según el mandatario saliente, deja a Guatemala con una democracia más fortalecida, con crecimiento económico casi de un 6 por ciento, más educación, mejor infraestructura y certeza jurídica para las inversiones.

No obstante, reconoce que durante su gobierno se cometieron muchos errores y que hubo "momentos difíciles" como el asesinato de los tres diputados salvadoreños en febrero del año pasado, y los problemas por la quiebra de bancos.

Berger sostiene que el nuevo gobierno va a encontrar instituciones fortalecidas para que puedan empezar a reducir las desigualdades entre guatemaltecos.

Según Berger, no sabe si es posible que se pueda aplicar en Guatemala un gobierno socialdemócrata como el que plantea Colom.

"Un gobierno de socialdemocracia cobra muchos impuestos y reparte muchos recursos a los más pobres. Ha funcionado en Europa, países con mucha cultura y con mucho civismo", anotó.

Berger asegura que le entregará el mando a su sucesor con la "cabeza bien alta y sin arrepentimientos" y que no le preocupa que haya una "cacería de brujas" al perder su inmunidad.

"No me preocupa ninguna cacería de brujas, no tenemos nada que esconder. Estamos a la orden de cualquier persona o institución que quiera información. No dudo de mis funcionarios y somos respetuosos de la ley", manifestó.

Berger destacó que fue "un orgullo" ser presidente y que "fueron cuatro años maravillosos para mí a pesar de momentos complicados pero los enfrentamos con mucha paciencia y calma para tomar las mejores decisiones".

"Para mí fue un honor haber servido a Guatemala y, sobre todo, retirarnos con la frente en alto", enfatizó.

Reconoció que durante su mandato tuvo una mejor relación con el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca, y que la visita del mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, a la toma de posesión de Colom, no afectará la imagen de Guatemala.

"Él es bienvenido y ojalá nos pueda contar de dónde le llegó la información de que aquí le iban a hacer algo. En Guatemala no le hacen nada a ningún presidente. Han venido muchos de la talla del presidente Vladimir Putin, George W. Bush y afortunadamente fueron visitas sin contratiempos", señaló.