Romney predica en su tierra

Mitt Romney se ha impuesto con nueve puntos de ventaja sobre McCain en las primarias de Michigan (39% frente al 30%). ¿Qué lectura ofrece este resultado?

(EFE)

Romney se ha sumado al discurso del cambio

En primer lugar, demuestra que Mitt Romney aún tiene cuerda para rato. Y es que afrontaba esta cita como un ultimátum. Muchos aseguraban que, tras sus segundos puestos en Iowa y New Hampshire, una derrota en este escenario supondría la desaparición de Romney como candiadato (a pesar de haber asegurada su continuidad, al menos, hasta el "súper martes" cinco de febrero).

Pues bien, el gobernador por Massachusetts ha sabido jugar sus cartas. En primer lugar, porque Michigan es su tierra natal y porque allí su padre fue gobernador, lo que ha servido para forjar un lazo de confianza con los votantes. También porque ha basado su discurso en la principal preocupación de la población: revitalizar la industria del automóvil. Michigan es el estado donde se concentran las mayores empresas de automóviles, las cuales están atravesando momentos difíciles, y donde se encuentran los peores indicadores económicos del país.

Otro de los pilares del discurso de Romney, que le han valido la victoria, ha sido el de vender un mensaje de cambio. Según analiza The Washington Post, Romney tomó buena nota del triunfo de Obama en Iowa y adoptó un mensaje similar acerca del cambio. Entonces comenzó a atacar a McCain, uno de sus grandes contendientes, por ser uno de los representantes de la "vieja guardia".

Por fin, en Michigan, Romney ha podido lanzar un mensaje victorioso, aquél que probablemente llevaba tiempo ensayando: "Es la victoria del optimismo sobre el estilo pesimista de Washington".

La otra gran enseñanza de la cita de Michigan es que no hay nada claro en el bando republicano. Tres grandes votaciones (al margen de la contienda secundaria de Wyoming) y tres diferentes ganadores. Slate.com ironiza sobre esta situación: "A este ritmo, Thompson ganará en Carolina del Sur y Rudolph Giuliani lo hará en Florida" (refiriéndose a dos de los principales candidatos que aún no se han impuesto). Esta afirmación no es del todo descartable, porque en Florida se espera que Giuliani dé el salto y se una a los que ahora lideran la carrera republicana.

The New York Times ofrece la interpretación más crítica de esta tesitura, al afirmar que es una muestra de que el partido republicano se encuentra a la deriva, profundamente dividido y sin inspiración. La próxima cita para los demócratas tendrá lugar el sábado, con las elecciones en Carolina del Sur y Nevada.

En el bando demócrata las elecciones tuvieron menor intensidad porque Obama y Edwards decidieron no presentarse. Por tanto, Hillary Clinton concurría sola a las urnas, aunque los partidarios de los candidatos retirados decidieron escribir en las papeletas "no comprometido". La incógnita, pues, era la de conocer si habría más votos con el nombre de Clinton o con las palabras "no comprometido". La duda se ha resuelto en favor de la ex primera dama, que ha sacado el 55% de los votos, mientras que los partidarios de Obama y Edwards se han quedado en el 40%, a pesar de las campañas que habían llevado a cabo en los últimos días para promover el voto "no comprometido".