Montilla prevé tensiones con el Gobierno y rechaza la subordinación tras las generales

Santa Maria de Palautordera (Barcelona).-  El presidente catalán, José Montilla, ha contemplado hoy "un cierto grado de tensión" con el Gobierno central con motivo de las elecciones generales, y ha advertido de que no subordinará la política catalana a "la lógica de la política española".

En su intervención ante el grupo del PSC-CpC en el Parlament, reunido en un hotel del Montseny, el primer secretario del PSC ha admitido que "todavía se puede convertir en un poco más compleja la relación" con el Gobierno tras las generales, y no sólo por la negociación del desarrollo estatutario y la que debe de ser la nueva financiación de la Generalitat de Cataluña, sino también por el "futuro escenario parlamentario en las Cortes españolas".

Montilla, que ha aludido así a una posible alianza en Madrid del PSOE con CiU -él descarta una victoria del PP-, ha subrayado ante los diputados socialistas: "Hay que dejar bien claro que no subordinamos ni subordinaremos la política catalana a la lógica de la política española".

El presidente catalán quiere "evitar la contaminación" en Cataluña que pueda generar el resultado electoral, sobre todo después de que José Luis Rodríguez Zapatero haya puesto a CiU como uno de sus aliados preferidos de futuro y de que la federación nacionalista, por su parte, haya pedido "cambios" en la política catalana.

"La realidad de Cataluña, su singularidad, su personalidad, su fuerza ... conforman un dato de primer orden en el panorama político español, más allá de las coyunturas electorales. Lo es ahora y lo será después de las generales. Sea cual sea el resultado electoral. Y de este hecho todo el mundo deberá extraer las conclusiones pertinentes. Fuera de Cataluña, cierto, pero también dentro de Cataluña, para no confundir los intereses de partido con los intereses generales", ha explicado Montilla.

El presidente catalán ha advertido así a las otras fuerzas políticas, en especial a CiU, que "no se equivoquen" porque "el interés general de Cataluña se sirve primordialmente desde las instituciones de la Generalitat. Y esta primacía es la que como presidente de Cataluña defiendo y defenderé en todo momento".

Además, Montilla confía en que "la solidez y cohesión del gobierno que hoy tiene Cataluña debe de permitir superar las turbulencias que los meses que vienen puedan generar", aunque ha pedido a sus diputados que estén "preparados" ante las dificultades que pueda deparar el futuro tras los comicios del 9 de marzo.

Pero Montilla también ha hablado de dificultades en clave interna del tripartito catalán, y así ha augurado que "se producirán algunos episodios de tensión entre los propios grupos que conforman la mayoría".

Para él, esto es "natural" en un momento electoral de confrontación de programas, aunque también le preocupa las relaciones con ERC e ICV-EUiA en función de los resultados del 9 de marzo, una alusión indirecta a las consecuencias dentro de Esquerra si esta formación pierde su grupo parlamentario en el Congreso, algo que por ahora no apuntan la mayoría de sondeos.

En todo caso, Montilla ha expresado públicamente su "compromiso a fondo" en la victoria de Zapatero el 9-M, con el que desea negociar el despliegue del Estatut, los traspasos planteados y "los que vendrán" por las inversiones comprometidas y el nuevo sistema de financiación.