Bruselas quiere almacenar CO₂ en el subsuelo

MADRID.-  Dentro del paquete de medidas para luchar contra el cambio climático a partir de 2012, la Comisión Europea aprobó también hoy una propuesta de directiva para capturar y almacenar el CO₂ en el subsuelo. La idea es atrapar el gas generado por la industria e inyectarlo en yacimientos de petróleo agotados o en acuíferos salinizados.

Croquis del proyecto de Vattenfall, en Alemania.

"La eficiencia energética y las energías renovables son sin duda las soluciones a largo plazo más duraderas para la seguridad del suministro y la preservación del clima", asegura la Comisión Europea, "pero no podremos reducir las emisiones de CO₂ de la UE o del mundo un 50% de aquí a 2050 sin recurrir a otras opciones como la captación y el almacenamiento de dióxido de carbono".

Este es el argumento de la Comisión Europea para abrir la puerta a una solución muy contestada por los grupos ecologistas y algunos investigadores. En sí, se trata de captar el CO₂ emitido por las centrales eléctrica de carbón y gas, o por las industrias, e inyectarlo en formaciones geológicas.

Como especifica el Ejecutivo comunitario, a día de hoy los principales proyectos para el desarrollo de esta tecnología en el que participan empresas europeas son el de Sleipner en el mar del Norte (de Statoil) y el de In Salah en Argelia (de Statoil, BP y Sonatrach). Estas dos iniciativas consisten en extraer el dióxido de carbono del gas natural y almacenarlo en formaciones geológicas subterráneas. Además, también existe otros proyectos experimentales en Alemania, el de Vattenfall, y en Francia, el de Lacq.

La dificultad no sólo está en conseguir poner a punto esta tecnología, sino también en que sea viable económicamente. Para la Comisión Europea, el desarrollo de estos almacenamientos en profundidad dependerá de la relación entre el coste de este sistema y el precio de la tonelada de CO₂ en el mercado de emisiones europeo. "Esto se generalizará cuando el precio de la tonelada de CO₂ evitada por esta tecnología sea inferior al coste del carbono", indicaba este organismo.

De acuerdo a la propuesta comunitaria, el gas se podría inyectar en dos grandes tipos de localizaciones geológicas: los yacimientos agotados de petróleo y gas, o los acuíferos salinizados. La selección de los sitios correspondería a los estados miembros.

La Comisión estima que son siete millones las toneladas de CO₂ que podrían capturarse con esta tecnología en 2020 y 160 millones en 2030. Así pues, la reducción de emisiones de dióxido de carbono por medio de este sistema sería del orden del 15% en 2030.

¿Qué te parece este sistema para reducir las emisiones de CO₂? ¿Estás de acuerdo en impulsar ya este tipo de tecnología?