El teatro, más reivindicativo que el cine

Si el domingo en los Goya, los discursos de agradecimiento sólo estuvieron amenizados por la pulla lanzada por Alberto San Juan contra la Conferencia Episcopal, la gente del teatro demostró anoche que el mundo de las artes escénicas sigue muy reivindicativo. Algunos de los premiados por los Max intercalaron, entre agradecimiento y dedicación, mensajes sobre las próximas elecciones generales, críticas a los sectores más conservadores por su oposición a las reformas sociales, o defensa cerrada al canon digital.

Jose Manuel Vidal (EFE)

Los actores Carlos Álvarez-Novoa y María Galiana, presentadores de la gala de los Premios Max de las Artes Escénicas

La noche del teatro tuvo sabor flamenco, aire andaluz y con la ópera de telón de fondo. Abrió el acto, celebrado en el teatro Lope de Vega, el presidente ejecutivo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Eduardo Bautista, que tras dar la bienvenida a los asistentes, comenzó lamentando que el mundo de la cultura esté sufriendo "un ataque desmedido con los derechos de autor y de la propiedad intelectual". Ya estaba sobre el escenario el canon digital y el asunto de las subvenciones. Algo parecido, pero con más humor, se repitió cuando el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el director José Luis Borau, entregaron el premio de Honor a Víctor Ullate. Fueron 'asaltados' por un grupo de cuatro actrices interpretando a unas 'rumanas' que les mendigaron alguna ayuda para el sector de los actores.

Luego llegó el turno de los premiados (este año competían 108 espectáculos de teatro, 25 de danza, 14 de teatro musical y 37 infantiles), entre ellos Francesc Orellana, que se impuso como mejor actor teatral por su interpretación del hombre comprometido en 'Un enemigo del pueblo'. Y siguiendo con ese espíritu reivindicativo que tiene su personaje, Orellana agradeció el premio advirtiendo de que existen "enemigos del pueblo, aunque algunos no lo sepan, por lo que nuestra obligación como ciudadanos es evitar que se cuelguen del Gobierno de nuestro país el próximo 9 de marzo".

En el caso de Vicky Peña, que se impuso en la categoría de mejor actriz a Belén Rueda y Blanca Portillo (que también se fueron el domingo sin Goya), los Max han reconocido su papel en 'Homebody/Kabul', obra sobre el choque entre Oriente y Occidente. Peña dedicó su 'manzana' de bronce a "todas las personas que cada día desde la lejanía o la cercanía luchan para que su opción sexual, religiosa o moral sea la suya y no la que le impongan desde ningún integrismo".

'Animalario' y el Teatro Español, triunfadores de la noche

Otro de los triunfadores, como viene siendo habitual en los últimos años, fue la compañía Animalario, de los siempre contestatarios Alberto San Juan y Willy Toledo, que en esta undécima edición se presentaba con 'Marat-Sade'. Recibió tres galardones: mejor espectáculo de teatro, mejor director de escena -Andrés Lima- y mejor empresario o productor privado. Al subir al escenario, uno de sus actores, Javier Gil Valle 'Javivi', recordó uno de los diálogos de la obra: "Jamás un Jefe de Estado puede ser una cuestión de herencia". Alberto San Juan, que el domingo fue de los pocos actores de cine que lanzó alguna pulla durante la gala de los Goya, no pudo, en esta ocasión, imponerse en la categoría de mejor actor, pero se lo tomó con humor "porque no hay que ser abusivo". Pero no perdió su estilo y afirmó tras la ceremonia que "en la gala de teatro uno puede expresar con más naturalidad lo que piensa. La de cine es mucho más rígida; hay más presiones".

También tuvo una buena noche el Teatro Español, en el que se interpreta 'Ascenso y caída de la ciudad de Mohagonny', mejor espectáculo de teatro musical, y cuyo director, Manuel Gas, también recibió su manzana de bronce. Las actrices Vicky Peña y Gloria Muñoz (mejor interpretación femenina de reparto) han sido premiadas por sus trabajos sobre las tablas de este teatro de la capital.

Conoce todos los premiados por los Max de este año.