Los coches híbridos generan dudas

MADRID.-  Los coches híbridos, aquellos que llevan a la vez un motor de combustión convencional y otro eléctrico, no son tan 'verdes' como se dice en los anuncios de la tele. Así se desprende de un estudio realizado por el investigador francés Jean-Jacques Chanaron, publicado en la revista 'International Journal of Automotive Technology and Management' (IJATM), que concluye que estos vehículos no representan una solución sostenible a largo plazo.

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Cuadro de mandos de un coche híbrido.

Frente a la buena imagen que proyectan estos coches, en especial en EEUU, este especialista en automoción del 'Centre National de la Recherche Scientifique' (CNRS) se muestra contundente: "Las ventajas ambientales en el balance de CO₂ no son evidentes, pero el precio sí es mucho más alto".

Chanaron lleva más de 35 años estudiando alternativas a los motores de combustión y lo cierto es que no confía demasiado en que la tecnología sea capaz de crear el automóvil que sustituya al de gasolina y gasóleo a corto o medio plazo.

"Es ilógico propulsar un vehículo con dos motores, pues resulta muy costoso", asegura el investigador francés, "siempre será más costoso que otro que tenga uno sólo y esto hace que no sea una solución sostenible, pues únicamente resulta accesible a gente con un determinado nivel adquisitivo".

Se supone que un coche híbrido puede propulsarse con su motor eléctrico sin generar emisiones de CO₂ y sólo contamina cuando recurre al motor de combustión. Sin embargo, el estudio de Chanaron incide en que uno de estos vehículos, como el Toyota Prius II, emite al final unos 104 gramos de CO₂ por kilómetro, una cantidad aún superior a la de un Smart CDI (90 g.) o poco menos que un Citroën C2 1.4 HDI (107 g.) o que un Renault Clio 1.5 DCI (110 g.). "El balance de un Toyota es ligeramente mejor, pero no mucho más".

Por contra, este investigador asegura que los coches de combustión convencionales han conseguido ya enormes avances y todavía pueden lograr una mayor eficiencia en el caso de los motores de pequeña cilindrada. "Siempre se puede fomentar el consumo de los coches híbridos por medio de medidas fiscales, pero esta tecnología nunca será la solución", detalla. "El problema del coche es que se trata de un bien duradero, esto quiere decir que para conseguir que el transporte se vuelva limpio no vale con abaratar el impuesto de matriculación, pues se requiere sustituir el parque existente de forma masiva".

¿Qué se puede hacer entonces? Para Chanaron, la tecnología más interesante es la de la pila de combustible e hidrógeno. Sin embargo, advierte que esta se encuentra también mucho más lejos de lo que se dice. "El lobby del hidrógeno quiere convencernos de que el coche eléctrico que funcione con una pila de combustible está cerca, pero no creo que pueda estar en el mercado a gran escala antes de 2025".

Al revés, una de las conclusiones del estudio publicado en la revista IJATM es que los esfuerzos por impulsar el uso del vehículo híbrido pueden perjudicar el avance de otras tecnologías, como la de la pila de combustible o la batería que permita dar una mayor autonomía al coche eléctrico.

"Los coches híbridos pueden ser una solución interesante a medio plazo para un número reducido de vehículos urbanos, pero no más", subraya.

¿Estás de acuerdo con este investigador del CNRS francés? ¿Qué te parece la tecnología híbrida? Si quieres comparar las emisiones de CO₂, pues utilizar la base de datos del IDAE.