Continúan las protestas en Paraguay por la falta de vacunas contra la fiebre amarilla

Asunción.-  Los bloqueos de calles y las protestas ante los puestos de salud se repitieron hoy en Paraguay por la falta de vacunas contra la fiebre amarilla, mientras las autoridades insisten en que la prioridad es el bloqueo epidemiológico de la enfermedad.

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(EFE)

Un grupo de personas cierran el paso a vehículos, en la localidad de Capiatá a 35 kilómetros de Asunción (Paraguay). Miles de personas continúan esperando este martes para recibir una vacuna contra la fiebre amarilla, enfermedad que puede haber causado seis fallecimientos en 2008.

"Lo más importante en la lucha contra la fiebre amarilla es la lucha contra el vector a través de la eliminación de criaderos, la fumigación y, por último, la vacunación", afirmó en rueda de prensa el ministro de Salud, Óscar Martínez.

La aparición de la fiebre amarilla, transmitida por la picadura del mosquito "aedes aegypti" en las áreas urbanas y del "albopictus" en la selva, ha obligado al Gobierno a declarar una emergencia nacional para intentar evitar una epidemia.

Martínez aseguró que de las siete personas que se creía murieron este año de fiebre amarilla, tres fueron descartadas, mientras se esperan los resultados definitivos de pruebas médicas de las otras cuatro.

"No tenemos todavía la confirmación certera de estos cuatro pacientes fallecidos", dijo el ministro, quien ubicó en 33 el número de enfermos con sospechas fundadas de la enfermedad.

Las cifras contrastan con las de la prensa local, que hoy calculó en ocho los presuntos casos fatales tras el fallecimiento la pasada madrugada de Fidelino Rodríguez, de 49 años, en un hospital de Asunción, con síntomas de fiebre amarilla.

Rodríguez vivía en Laurelty, un barrio del municipio de San Lorenzo, a 20 kilómetros de Asunción, donde se han registrado tres de los cuatro fatales. El cuarto es de un poblador del departamento de San Pedro, centro del país.

Martínez dijo que desde la llegada de una partida de 800.000 dosis de vacuna de Brasil y de 144.000 de Perú, el pasado sábado, se han inmunizado a 426.850 personas, en su mayoría en Asunción y de varios municipios aledaños, principalmente en San Lorenzo.

Sobre la situación del dengue, enfermedad que también transmite el "aedes aegypti" y que en el 2007 causó 17 muertos de 27.000 infectados, el titular de Salud anunció la detección de dos nuevos casos, en el departamento Central, que bordea Asunción, que se suman a otros dos reportados en la frontera con Brasil.

Lejos de aplacar la ansiedad colectiva, la llegada de las vacunas ha disparado la afluencia de los paraguayos a los centros de salud, en medio de airadas protestas por el desorden en muchos de ellos y la restricción, a partir de hoy, del horario de atención.

En San Lorenzo los pobladores colapsaron el tráfico cerrando las principales calles, mientras que en Villa Elisa, distrito cercano a Asunción, decenas de jóvenes quemaron neumáticos en una avenida cercana al centro sanitario.

Las protestas callejeras se repitieron también en Luque, vecino a San Lorenzo y donde se encuentra el aeropuerto internacional de la capital paraguaya.

La actuación del ministro de Salud ha sido cuestionada por varios grupos de la oposición y la prensa local ha denunciado la presunta entrega de vacunas a dirigentes del gobernante Partido Colorado, en el poder desde hace 61 años, para que las apliquen en plena campaña para los comicios generales de abril próximo.

En ese sentido, Martínez dijo que ha solicitado a la Fiscalía la apertura de una investigación y aseguró que si la gente pide su renuncia, está dispuesto a irse "en cualquier momento", aunque comentó que si se marcha del cargo, "esto va a seguir igual".

"Hay una psicosis, pero pedimos colaboración en la eliminación de los criaderos", manifestó el funcionario, quien compareció ante los periodistas con tres expertos cubanos que llegaron ayer al país para colaborar con las autoridades paraguayas.