Árabes acercan a Suramérica su propia visión del conflictivo Oriente Medio

Buenos Aires.-  El mundo árabe dio hoy un paso para acercarse a la distante América del Sur, no sólo para estrechar lazos comerciales y culturales sino también para difundir su propia visión política del conflictivo tablero en Oriente Medio, diferente de la que muchas veces se escucha en Latinoamérica.

Los cancilleres de las 34 naciones que integran el foro América del Sur-Países Árabes (ASPA) concluyeron hoy en Buenos Aires dos días de deliberaciones preparatorias de la cumbre de jefes de Estado que se realizará en el segundo semestre del año en Doha (Qatar).

"Fue una reunión muy positiva, que contribuye al acercamiento entre las dos regiones y muestra la potencialidad del diálogo", dijo en rueda de prensa el canciller argentino, Jorge Taiana, anfitrión del encuentro.

El ministro de Exteriores de Arabia Saudí y presidente de la Cumbre Árabe, el príncipe Saud Al Faisal, coincidió en que, pese a las "expectativas limitadas" antes de la reunión, la cita resultó "un paso significativo y cualitativo en la relación de las dos regiones", con una declaración final de la que no hubo "ni quejas ni insatisfacción".

"Éste es el mejor ejemplo de la Alianza de Civilizaciones", definió el canciller brasileño, Celso Amorim, quien destacó la coincidencias de árabes y suramericanos a favor de la "pluralidad y la multiplicidad de centros de poder" mundial, algo que quedó plasmado en la "Declaración de Buenos Aires".

Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, destacó que los cancilleres condenaran "los ataques al derecho internacional y a los principios de Naciones Unidas" y "rechazaran las ocupaciones militares".

"Estamos a favor de los ocupados", afirmó Moussa, quien subrayó el apoyo de la declaración al pueblo palestino y a la iniciativa árabe para el retiro de las colonias israelíes de los territorios palestinos, el regreso de la frontera de Israel a los límites de 1967 y el establecimiento de la capital palestina en Jerusalén este.

"Somos predicadores de la paz. Los medios de comunicación aquí a veces escuchan una sola parte. Escúchennos también a nosotros", pidió Moussa.

Amorim aseguró que "es indiscutible" el respaldo suramericano a Palestina y al proceso de Annápolis (EE.UU.), impulsado por Estados Unidos y que procura una solución pacífica al conflicto entre palestinos e israelíes.

"Estamos a favor de una solución pacífica, negociada, en base a la iniciativa árabe que está en Annápolis, pero nos preocupa que el tren pueda salirse de control", admitió Amorim.

En este sentido, Moussa advirtió que el proceso de Annápolis "está en peligro de fracasar" porque "Israel rechaza la iniciativa árabe" y "trata de forma inhumana a la población civil palestina".

La "Declaración de Buenos Aires" también recoge la preocupación de los cancilleres por la situación en El Líbano.

Los ministros convocaron "a todos los partidos políticos libaneses para que se unan y reanuden el diálogo y aseguren la paz y la estabilidad" en ese país.

Otro párrafo destacado del documento, en el que se marca una visión diferenciada de los aspectos más delicados de la política internacional, es el de la condena al terrorismo.

Los cancilleres rechazaron los actos de violencia, pero pidieron no vincularlos con "un pueblo o religión, grupo étnico o cultura específicos", y además reivindicaron el "derecho" de los pueblos "a resistir a la ocupación extranjera".

Por lo demás, aprovecharon para dar nuevo impulso a sus relaciones económicas mediante negociaciones comerciales como las abiertas por el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Venezuela en proceso de adhesión) con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), Marruecos y Egipto.

También compartieron su visión para la conclusión satisfactoria de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), pero con un acuerdo "equilibrado" que resguarde a los países en desarrollo.

"A lo mejor celebramos la conclusión de la Ronda de Doha al mismo tiempo" que la segunda cumbre de ASPA, dijo Amorim.