Se busca autor para "la niña de Rajoy" y a un profesor de economía para ZP

El día después del debate, en las sedes del PP y del PSOE es el día del éxito. Entre bambalinas, algunos son capaces de hacer alguna autocrítica hacia afuera, pero con fórceps. La niña de Rajoy es una idea de los de telegenia y ZP necesita más clases de economía.

Alberto Martín (EFE)

Zapatero escucha al realizador Navarrete, aunque necesita cifras no telegenia

Las instrucciones son claras: hay que transmitir que su jefe es quien ha ganado. Pero en la trastienda, alguno es capaz de esbozar cierta autocrítica si se les promete discreción a cambio de confidencias. Si en la vida diaria ya es difícil defender el criterio propio ante los medios, en campaña es imposible.

Las autocríticas secretas del PP

• Autocrítica 1ª. Al comentario de que desde anoche se busca entre los asesores de Rajoy al autor de la idea del cuento de "La niña" --que ha podido llevar a la derrota al líder de la oposición--, como cumbre de la cursilería y la apelación a los instintos básicos de los votantes, un portavoz del PP mantiene: "no entiendo que se pueda decir que es "indigno" el cuento de la niña para después añadir que "desde luego, de donde no ha salido la idea es de los que nos dedicamos a los contenidos del debate, el círculo de los que hacemos el qué". Ha partido, por tanto, del equipo de los llamados "del cómo, de los de la telegenia".
• Autocrítica 2ª. Nadie asume la autoría de la elección de una niña en vez de un niño para protagonizar el cuento. "No se hizo por feminismo. Es que Rajoy sigue pensando, y lo ha dicho muchas veces, que le preocupa la situación de la mujer en este país. ¿Qué va a pasar el día que una niña nacida aquí comience a preguntar: 'mamá, por qué esa lleva velo y yo no, o por qué yo no puedo hacer gimnasia y esa otra niña sí?'. Por eso se ha hecho, supongo." Lo que desmiente rotundamente es que fuera una idea de Cayetana Álvarez de Toledo o de Soraya Saénz de Santamaría. Y pese a las críticas sobre el cuento de la niña y su perfecta familia, defiende que ha calado entre los espectadores. Seguro.

Pero todo esto es ya pasado y ahora, en Génova, la sede central del PP en Madrid, piensan ya en el próximo lunes. Objetivo: que Zapatero revele su "programa oculto" y Rajoy se le vuelva a comer con las cifras y los datos económicos, que el presidente del Gobierno no supo aprovechar.

Curiosidad ¿Hacia donde miraba tanto Rajoy? "No sé, parece que hacia un reloj o los focos".

Autocríticas aun más secretas del PSOE

• Autocritica 1ª. Un fontanero de La Moncloa:

- ¿Que qué hacemos esta mañana, que autocrítica? No tenemos mucho tiempo. Buscamos colegio, empleo, marido y ginecólogo, también piso, para la niña de Rajoy.

- ¿?

- Vale, vale. Hemos revisado los papeles. Zapatero ganó en la entrada y en la salida, pero, efectivamente, sigue sin defenderse bien con los datos económicos y no vendemos los avances sociales. En la primera parte, estuvo frío, mientras Rajoy utilizó lo de las subidas de bienes de primera necesidad. Sin embargo, el presidente se creció en los temas que más difícil teníamos, como ETA y el terrorismo, donde sacó pecho porque le sale del alma; la jugada de la inmigración de Rajoy le salió mal, por eso se ha convertido en un activo para nosotros. El golpe del bonobús funciona.

• Autocrítica 2ª. Hay que vender mejor los contenidos. Nos ha salido bien más por errores del contrario que por aciertos nuestros. Hicimos bien el final, pero también porque Rajoy quedó patético con la niña. Para nuestra sorpresa, no lanzó ninguna idea nueva que no hubiera lanzado ya en la campaña y tensionó demasiado. Eso nos favorece. Al apostar otra vez por una imagen dura, es probable que votantes nacionalistas y de IU se desplacen hacia nosotros.

Curiosidad: ¿Por qué fue Angélica Rubio, la directora de comunicación de Medios de la Moncloa, la elegida para acercarse a Zapatero en los seis minutos del descanso? "Sería por motivos de retocar el maquillaje ¿no? No lo sé. Fuera de bromas. Seguramente porque era la única de todos nosotros que podía hacerlo sin darle instrucciones, consejos o críticas."

Fin de las tibias autocríticas. El resto de ambas charlas tienen por objetivo convencer a los plumillas, como sea, de que ambos, Zapatero y Rajoy, han triunfado.