Pujol propone tras el 9-M una operación para "levantar Cataluña" como en 1980

Barcelona.-  El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU) ha planteado hoy un reto a la sociedad catalana: lanzar tras las elecciones del 9 de marzo una "gran operación para levantar Cataluña", como la que él emprendió en 1980, al acceder a la presidencia del país.

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(EFE)

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU) ha planteado hoy un reto a la sociedad catalana: lanzar tras las elecciones del 9 de marzo una "gran operación para levantar Cataluña", como la que él emprendió en 1980, al acceder a la presidencia del país.

En un editorial aparecido en el boletín electrónico del Centro de Estudios Jordi Pujol, el ex presidente catalán ha recordado que en 1980, "en un momento de riesgo porque parecía que Cataluña podía decantarse por ser secundaria, hubo mucha gente que se sintió positivamente interpelada por este llamamiento: levantar Cataluña".

Según Pujol, el 9 de marzo los catalanes deben elegir si orientan su país hacia un "provincianismo quizás cómodo pero mediocre", que implica "renunciar al protagonismo, a un proyecto ambicioso propio, a ser sujeto de la propia política e incluso de la española", o si optan por la "reacción", por "hacerse valer" ante las instituciones españolas, por recuperar la "ambición" y "levantar Cataluña".

Pujol ha dejado clara su apuesta por la segunda de las opciones, subrayando que apoyar al PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero supone escoger la vía del "provincianismo".

"No queremos que nos regalen comodidad, como si fuésemos un animal de compañía, sino que queremos ser protagonistas de nuestra historia", ha afirmado el presidente de CDC, que no quiere que Zapatero "nos instale en la comodidad al precio de renunciar al proyecto propio, a la ambición, a la responsabilidad y aceptando jugar definitivamente un papel totalmente subalterno".

Según Pujol, las elecciones del próximo domingo "no decantarán del todo esta disyuntiva, pero la orientarán", ya que "delimitarán el grado de protagonismo que queremos que se pueda ejercer desde Cataluña, el grado de influencia y de capacidad de decidir que queremos que tenga el catalanismo".

Pase lo que pase, ha puntualizado, "a partir del 9-M hay que iniciar una gran operación de levantar Cataluña que alcance todos los ámbitos. Como se hizo en 1980".

El resultado de las elecciones, según Pujol, puede "ayudar mucho" a que se exprese con fuerza la "vitalidad social" de la que dispone Cataluña.

"El 9-M es importante, pero también lo es que después las fuerzas políticas que realmente tengan como objetivo levantar Cataluña sean capaces de entender esta Cataluña vitalista, enérgica y que confía en ella misma", ha agregado.

Para Pujol, "hay que reaccionar contra un montón de plagas de nuestra vida pública y sobre todo política, que ahogan al país. Hay que acabar con la frivolidad y la ligereza, con el desbarajuste político, con la chulería ('fatxenderia') y su imagen contraria, también negativa, que es el adormecimiento, a menudo fomentado desde el propio gobierno".

Asimismo hay que acabar, según Pujol, con la "demagogia, con el querer controlarlo todo e intervenir en todo y también con la idea de que el objetivo de la política es sobre todo, o sólo, la ocupación del poder".

Pujol considera que también hay que conjurar el "peligro cada vez más grande de que en Cataluña pase lo que ha pasado en Italia y que explica en gran parte su decadencia: que el mundo político se ha convertido en una casta".