Asesor internacional de Lula dice que Brasil aplica la "reciprocidad" a los turistas españoles

Río de Janeiro.-  El gobierno de Brasil ha ordenado intensificar el control de españoles que llegan al país atendiendo un principio diplomático de "reciprocidad", reafirmó hoy el asesor para temas internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García.

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(EFE)

En la imagen, el asesor para temas internacionales de la Presidencia, Marco Aurelio García.

Según el principal asesor directo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el ministro de Justicia, Tarso Genro, ordenó a la Policía Federal (PF) que sea más rigurosa en la aplicación de los controles.

El jueves, un grupo de ocho turistas españoles no pudo ingresar a Brasil por la ciudad de Salvador, capital del estado de Bahía (noreste) porque la PF lo impidió y fueron devueltos en el mismo vuelo en el que habían llegado.

García insistió en que el episodio no fue una "represalia" por recientes deportaciones de ciudadanos brasileños retenidos en el aeropuerto madrileño de Barajas.

Según las autoridades españolas, los viajeros fueron bloqueados por no cumplir los requisitos comunitarios para ingresar a la Unión Europea.

"Ya ejercimos eso (la reciprocidad) cuando Estados Unidos impuso controles que a nuestro juicio parecían un poco exagerados en relación a los brasileños que llegaron allá", señaló García a periodistas en Río de Janeiro.

"Exigimos los mismos procedimientos de allá (...) La Policía Federal no hizo nada más que eso", agregó a periodistas tras acompañar a Lula en un encuentro con el presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva.

García afirmó que el gobierno de Lula cree que se trata de un problema "localizado" que será resuelto sin mucha dificultad.

"Vamos a tratar eso de forma civilizada. Somos respetuosos con las normas de la Unión Europea, pero al mismo tiempo queremos el respeto a los brasileños, debido a cualquier persona", dijo.

La prensa brasileña y emisoras de televisión han relatado numerosos casos de brasileños enviados de regreso a Brasil después de ser retenidos en Barajas, muchos de ellos cuando iban de tránsito hacia terceros países comunitarios.

La mayoría de ellos ha relatado supuestos excesos de autoridades inmigratorias españolas.

La Cancillería brasileña ya había adelantado que Brasil "está examinando la adopción de medidas apropiadas en respuesta a lo ocurrido, teniendo en cuenta, incluso, el principio de reciprocidad".

El viernes durante una rueda de prensa también en Río, el presidente Lula recalcó que su país espera reciprocidad de España en el tratamiento a sus nacionales.

Lula también atribuyó el reciente aumento en el número de deportaciones de brasileños al clima electoral que vive España, donde este domingo se celebrarán elecciones generales.

"La tensión electoral en España puede haber azuzado el tema. Esa elección termina el próximo domingo y yo quiero la semana que viene conversar con quienquiera que sea electo", dijo Lula el viernes.

También contribuye, dijo, "el clima tenso en Europa" que se registra en torno al tema de la inmigración.

"La única cosa que pido es que todos los países del mundo traten a los brasileños en sus países como nosotros los tratamos aquí", agregó el gobernante.

"No es posible que después de tantos años de relación, haya brasileños a los que se les prohíbe entrar en España", agregó.

Afirmó que "los partidos más conservadores" quieren prohibir que los pobres de otras naciones se adentren en sus países, "sin recordar que un día nosotros recibimos a los pobres de los países de ellos".