Tíbet sí, Juegos Olímpicos no

Mientras en Lhasa los chinos están matando a los tibetanos como si fueran ratas, en nuestros informativos se preguntan si la alta contaminación y la baja calidad del aire de Pekín no afectarán a los corredores en los Juegos Olímpicos. Existe una profunda preocupación en el Comité Olímpico Internacional con este peliagudo tema, que puede mermar el rendimiento de los atletas, bajar las marcas, e incluso trastocar el pedigrí de algunas carreras: el gran Haile Gebreselassie ya ha dicho que no cuenten con él para la maratón. "España estará en la Villa Olímpica", se ha apresurado a decir el portavoz español del COI.

Harish Tyagi (EFE)

El Dalai Lama, líder espiritual de los tibetanos.

El aire no es lo único que apesta en Pekín. Y los periodistas deberían saberlo: China es el país del mundo con más periodistas encarcelados. China es una dictadura terrible, y Tíbet es un país sometido. Son cuestiones bastante obvias que, lamentablemente, están quedando arrinconadas ante la importancia mediática de los Juegos Olímpicos y el prodigioso crecimiento económico chino. Dos circunstancias que le han hecho ganarse la consideración y la amistad de occidente, pese a ser el perfecto ejemplo de país que no respeta los Derechos Humanos.

China prepara los Juegos Olímpicos con las manos manchadas de sangre. Y Tíbet se desangra ante la pasividad de unos gobiernos que, advirtiendo que el PIB chino se ha multiplicado por diez en menos de treinta años, miran para otro lado y envían a competir a sus mejores deportistas. Ante esta situación ¿Cómo reaccionan los periodistas de los principales medios del mundo? Piensen un poco… ¿Quizá boicoteando los Juegos? ¿Tal vez exigiendo la liberación de sus colegas chinos en prisión y el cese de la matanza en Tíbet? ¿O puede que protestando airadamente ante la prohibición de entrar en Lhasa para informar de lo que allí está sucediendo?

Nada de eso. "Esperemos que de aquí a entonces limpien un poquito el aire", suplica María Escario en el informativo de TVE. El resto agiliza los trámites de sus acreditaciones, intenta que le saquen el billete en preferente (es un vuelo muy largo), o pide que su hotel tenga piscina y servicio de habitaciones. En los informativos de televisión también se habla del genocidio en Tíbet, pero de pasada, como noticia de segunda categoría: el gobierno chino no permite que "salgan" imágenes de Lhasa, y ya saben que en televisión sin imágenes… no hay noticia.

Un motivo para no ver la televisión

Místicos y magos del Tíbet
Autora: Alejandra David-Neel.
Editorial Indigo

Según el doctor DŽArsonval, autor del prólogo de mi edición de este clásico de la literatura de viajes, Tíbet es "la patria de los misterios, de lo fantástico y de lo imposible". David-Neel, seguramente la exploradora más aguerrida de todos los tiempos, vivió 14 años en ese inhóspito lugar cuando, como sucede estos días, estaba prohibida la entrada a extranjeros.

La incansable viajera se pateó todo Tíbet, sintiendo especial fascinación por el lado oscuro de la cultura budista y pre budista. Hablaba tibetano, y tuvo contacto con lamas, magos, hechiceros, ocultistas y nigromantes. En este libro mágico cuenta cómo son los "devoradores de soplos vitales", el muerto que baila o los interlocutores del otro mundo.