Un testigo dice que trabajó para Fontaneda porque "siempre pagaba y por ambición"

Pamplona.-  Un testigo aseguró hoy que decidió trabajar para Antonio Fontaneda, autor confeso de un delito de estafa de 7,7 millones de euros que afectó en el año 1999 a unos 250 inversores, porque le convencieron de que sus inversiones eran "seguras", porque "siempre pagaba" y "por ambición".

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(EFE)

Un testigo aseguró hoy que decidió trabajar para Antonio Fontaneda (en la imagen), autor confeso de un delito de estafa de 7,7 millones de euros que afectó en el año 1999 a unos 250 inversores, porque le convencieron de que sus inversiones eran "seguras", porque "siempre pagaba" y "por ambición".

Con la declaración del testigo se reanudó hoy el juicio por el denominado caso Fontaneda, en el que se encuentran imputados su socio Manuel Cid Conde, para quien el fiscal pide seis años de cárcel, y el ex director del banco Guipuzcoano en Pamplona, Juan Pedro Echarri, a quien las acusaciones particulares piden hasta 13 años de prisión mientras que el Ministerio Público solicita su libre absolución.

En ese sentido, el testigo, vecino de Pamplona, relató que acudió a la oficina que Fontaneda y su socio tenían en San Sebastián para informarse sobre unos anuncios de inversiones que había visto en prensa, y donde le propusieron trabajar para ellos captando inversores, a lo que accedió porque en ese momento se encontraba en paro y porque le ofrecieron un sueldo mensual de 500.000 pesetas.

Según agregó, para "que me acabara de convencer", le remitieron a la sucursal del banco Guipuzcoano de Pamplona, donde Echarri le aseguró que Fontaneda era "totalmente solvente, que pagaba a todo el mundo y que no había ningún problema", motivo por el cual decidió, además de trabajar para él, invertir en sus negocios 3 millones de pesetas.

Explicó que no conocía a Fontaneda ni sus antecedentes penales, y que cuando le enseñaron un dossier con las inversiones inmobiliarias que realizaba en el sur de España, más concretamente en Málaga, así como en el mundo del espectáculo, convenció a varios amigos y conocidos para que invirtieran.

No obstante, el testigo, que dijo sentirse "totalmente engañado y afectado" ya que no ha recuperado los 3 millones que invirtió, recalcó que comenzó a "desconfiar" cuando Fontaneda montó un desfile de moda en Pamplona y la prensa "aireó" sus antecedentes por tráfico de drogas.

Por ello, advirtió a sus amigos y conocidos para que sacaran el dinero invertido, si bien reconoció que él no lo hizo porque cuando iba a la oficina "siempre me tranquilizaban" y, según concluyó, "por ambición y egoísmo".

Por su parte, otro testigo que invirtió en nombre de una empresa 100 millones de pesetas, manifestó que hasta que no le dieron el aval bancario no depositó el dinero, motivo por el cual posteriormente pudo recuperarlo, pero no así los 25 millones de pesetas en conceptos de intereses que le prometieron.

Un tercer testigo, que invirtió 5 millones de pesetas, hizo hincapié en que le sorprendió que pagaran unos intereses tal elevados, entre el 40 y el 120% anuales, por lo que hasta que no se entrevistó con el ex director de banco Guipuzcoano en Pamplona, no se decidió a depositar su dinero y contarle sus inversiones a amigos y conocidos.

"Echarri me dijo que Fontaneda era totalmente solvente, el mejor cliente de la ciudad, y un hombre muy piadoso", recalcó, e ironizó en ese sentido con que "sólo faltaba una alfombra para que entrara en el banco".