Más de dos mil personas despiden a los cuatro fallecidos en el accidente de Brenes (Sevilla)

Brenes (Sevilla).-  Algo más de 2.000 vecinos de Brenes (Sevilla), entre ellos una mayoría de jóvenes, han despedido hoy a los cuatro fallecidos en el accidente de tráfico de la madrugada del pasado viernes, cuando el turismo en que se desplazaban chocó frontalmente contra un camión.

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(EFE)

La localidad sevillana de Brenes celebró el funeral por los cuatro jóvenes fallecidos en accidente de trafico al chocar el turismo en el que viajaban contra un camión, la madrugada del viernes, en la carretera de Brenes a Sevilla.

Aunque el funeral dio comienzo pasadas las once de la mañana en el pabellón polideportivo cubierto del municipio, una riada de gente recorría las Avenidas de Sevilla y de Joaquín Turina desde que se abrieron las puertas del recinto, más de una hora antes del sepelio.

Entre los numerosos vecinos que han querido despedir a los cuatro jóvenes que han perdido la vida en el trágico accidente de la carretera A-8008 (Sevilla-Brenes), se encontraban numerosos amigos y conocidos de los fallecidos que, ataviados con alguna prenda negra en señal de luto, han querido dar un último adiós a José Carlos, Antonio Manuel, Antonio Francisco y Francisco, cuyas edades eran de 18 y 21 años.

En el transcurso de la misa-funeral se han ofrecido unas palabras de ánimo para un quinto joven, José Antonio, que viajaba con los fallecidos en el vehículo siniestrado y que se recupera de sus heridas, de pronóstico grave aunque no se teme por su vida, en el hospital Virgen Macarena de Sevilla.

Mientras el municipio vivía el segundo de los tres días de luto decretados por el Ayuntamiento, cuyo alcalde, Marcelino Contreras, ha asistido, junto al resto de la Corporación municipal, al sepelio, el pabellón cubierto donde se ha celebrado el funeral ha estado abarrotado de público, aunque otros muchos vecinos esperaban la salida de los ataúdes en los aledaños.

En el interior, más de treinta coronas de flores de particulares y colectivos de la localidad brenera fueron depositadas en un improvisado altar con un crucifijo y una mesa para la eucaristía.

Los familiares y allegados de los cuatro jóvenes fallecidos ocupaban las sillas delanteras, entre sollozos continuos, llantos, gritos de dolor e impotencia y hasta un desvanecimiento que obligó a los servicios sanitarios de la Cruz Roja a intervenir.

Justo antes de dar comienzo la misa del funeral, los ataúdes fueron entrando, uno detrás de otro, por una puerta trasera del pabellón, lo que motivó que todos los presentes lanzaran un prolongado aplauso que se mezclaba con los llantos, perfectamente audibles en el recinto, de los jóvenes que despedían a sus amigos.

El funeral ha estado oficiado por el vicario general de la Diócesis de Sevilla, Francisco Ortiz, acompañado del cura-párroco de la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Brenes.

Ortiz, que excusó la ausencia del cardenal de Sevilla, Fray Carlos Amigo Vallejo, leyó, sin embargo, un mensaje de condolencia del purpurado, en el que se subrayaba que "el amor es más fuerte que la muerte".

El escrito transmitía las condolencias del cardenal arzobispo, quien no ha podido asistir por tener prevista una ordenación de sacerdotes, y realizaba un llamamiento a la esperanza en momentos de tanto dolor.

El vicario, por su parte, que quiso saludar tras la misa a cada uno de los padres y familiares más allegados de los cuatro fallecidos, ha aludido en su homilía al "sinsentido de la muerte en la carretera".

También ha dicho que lo ocurrido es "increíble y desconcertante", se ha preguntado quién es capaz de llenar el "vacío" que sienten ahora las familias y se ha respondido aludiendo al amor infinito de Dios y al "cariño y la presencia de la gente que os quiere".

Tras la misa, y por expreso deseo de los familiares -atendidos en todo momento por un equipo de psicólogos-, las más de 2.000 personas asistentes al funeral se privaron de dar el pésame en el pabellón cubierto, aunque impresionaba ver a la gente arremolinada en los arcenes de la carretera de San José y en las aceras de la avenida de Sevilla esperando el tránsito de los cuatro coches fúnebres.