Asia busca soluciones a su hambre y su pobreza en Madrid

El Gobierno ha intentado aprovechar la primera asamblea del Banco Asiático del Desarrollo en nuestro país para que las empresas españolas terminen apostando por Asia. La importancia del encuentro ha sido devorada en parte porque media España estaba de puente.

Paco Campos (EFE)

Zapatero, Aguirre y Solbes junto al presidente del Banco Asiático de Desarrollo (BAsD), Haruhito Kuroda.

Haruhiko Kuroda ha denunciado que "el incremento de los precios de los alimentos y del petróleo tiene una grave dimensión humana y ha intensificado enormemente la miseria de más de mil millones de personas sólo en Asia y en el Pacífico. "Su poder adquisitivo se ha erosionado, exponiéndolos a un mayor riesgo de hambruna y malnutrición".

Kuroda no es presidente de ninguna ONG al uso, ni un economista "progre", ni habla desde alguna ciudad asiática o un organismo de Washington o París. Haruhiko Kuroda es el presidente del Banco Asiático del Desarrollo (ADB) y lleva cuatro días en Madrid. La denuncia la viene haciendo desde hace tiempo, pero la ha intensificado desde que el pasado sábado comenzó en la capital de España la 41 Asamblea del ADB, una institución cuyo objetivo es la reducción de la pobreza y mejora de la calidad de vida de los países más pobres de Asia y el Pacífico, una zona dónde viven 1.900 millones de personas con menos de 2 dólares al día.

Ésta era la 41 Asamblea de este organismo, pero la primera vez que se celebraba en España. Hacía diez años que no tenía lugar en Europa. La última vez fue en Ginebra. En el recinto ferial de la capital se han encontrado los 67 gobernadores de los bancos centrales (en muchos casos son también ministros de Economía) de los países que forman parte del Banco Asiático, empezando por los gigantes China e India, cuyos titulares de finanzas se han reunido con Solbes durante el fin de semana que han pasado en Madrid.

¿Cómo es posible que la visita de tanto cerebro asiático y europeo junto, durante cuatro días y por primera vez en España, no haya tenido más eco? Ha habido sabios pronunciando conferencias, avanzando soluciones y procurando encuentros entre empresarios asiáticos y españoles. Todo ello justo en el momento en que la crisis de los alimentos traspasa nuestras pantallas de televisión y se sienta en nuestras mesas a la hora de los telediarios, justo cuando la abuela piensa en comprar y guardar más arroz, como los americanos ¿Por qué no se ha hablado más del tema en la calle? ¿Cómo es que el hambre y los problemas de la economía ocupan menos espacio que el abandono de Acebes?

Es un misterio que podría tener varias respuestas, además de la del puente de mayo. Isabel Lorenzo, una de las responsables del ICEX, que junto con la Secretaría de Estado de Economía que dirige David Vegara, han sido los encargados de organizar el evento, asegura que la asamblea anual de ADB se realiza siempre a primeros de mayo.

De cómo explicar a los chinos un puente español

Naturalmente, cuando se dieron cuenta del puente-acueducto en España, fue difícil explicar a los sabios del Banco Asiático (partidarios de trabajar como chinos) como el propio Kuroda, que los españoles hacían una cosa que se llamaba puente de cuatro días. Toda la esperanza de atraer la atención de los medios se centró en la foto del Rey para la inauguración del sábado, que sacaría la asamblea del anonimato.

Después, la nada o casi nada. Hasta que esta mañana Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de España, han acudido para clausurar y hacerse la foto con los altos cargos del organismo multilateral.

Antes de ese momento estelar, el domingo tuvo lugar la intervención del ex vicepresidente económico y ex director del FMI, Rodrigo Rato, que mantuvo el tema en la prensa internacional. Esta mañana (más allá del discurso protocolario de Zapatero) las intervenciones del gobernador del Banco de España y del vicepresidente Solbes han salvado el evento en cuanto a contenidos se refiere.

Oportunidad empresarial

Víctor Lerena (EFE)

El viceministro de Finanzas de China, Li Yong y el secretario de Asuntos Económicos de la India, Subba Rao.

En datos, la Asamblea se ha cerrado con un acuerdo de 11.000 millones de dólares que aportarán a los Fondos Asiáticos de Desarrollo los países contribuyentes para que los países más pobres avancen hacia los Objetivos del Milenio. De paso, el Gobierno español ha intentado que los empresarios, especialmente banqueros e inversores en infraestructuras, entraran en contacto con los asiáticos. Para ello, se han organizado dos seminarios, uno sobre el papel del sistema financiero en Asia y otro sobre infraestructuras, animándoles a financiar proyectos en aquel continente.

Haruhiko Kuroda defiende que la demanda de infraestructuras supone más de 300.000 millones de dólares por año en todo el continente. Todas la ciudades asiáticas necesitan carreteras, alojamientos, agua, electricidad y otros servicios para 44 millones de personas más cada año, durante los próximos 25 años. Por eso los ejecutivos del Banco Asiático estudian la posibilidad de "establecer un instrumento de financiación de infraestructuras" para movililizar más recursos que terminen de completar los que ya tiene el propio banco.

El colorido de los pasillos

Mientras chinos, indios, japoneses, indonesios o coreanos se paseaban por los más 21.000 m² habilitados para la celebración de la asamblea, mezclados con los 316 periodistas, 144 representantes de las ONG's o los 50 enviados de las instituciones internacionales (Banco Mundial, Naciones Unidas y otros bancos de desarrollo), Amparo, la responsable de protocolo de la vicepresidencia de Solbes, daba los últimos toques a la mesa presidencial del estelar, la clausura.

¿Cómo instalar juntos a Zapatero, Esperanza Aguirre, los altos cargos del BAD, Solbes, al secretario de estado de Economía, David Vegara, al presidente del BBVA, Francisco González, y al de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán (el otro gran inversor en China, la Telefónica de Alierta estaba en EEUU), y el omnipresente presidente del IFEMA, el ex alcalde Álvarez del Manzano, en la mesa presidencial?

Tras mucho ajetreo, plano va y plano viene, se pudo cuadrar el círculo gracias a una mesa ovalada y cambios diplomáticos de última hora. Esperanza a la derecha de "mi querido vicepresidente" (cómo ha saludado Aguirre a Solbes) y Zapatero, enfrente de ellos, con los responsables del Banco Asiático a cada lado. Eso sí, con una traductora a su espalda. En los extremos ovales de la mesa, González y Sánchez Galán lucían como dos relumbrones, eufóricos por lo listos que han sido por llegar a tiempo a China.

El vicepresidente del Santander, Matías Rodríguez Inciarte, entró algo más tarde al almuerzo. No tenía sitio en la ovalada de Zapatero. Esperanza, consciente o no del problema, escondía sus pies con "peep toes" plateados bajo la mesa. Alguien detrás de ella observó que la vicepresidenta no se da suficiente crema hidratante en los talones. ¿Será porque el aloe vera contra las grietas es originario del norte y del sur de África y no de Asia?