Los productores agrícolas argentinos levantarán la huelga para retomar el diálogo con el Gobierno

Buenos Aires.-  Los productores rurales de Argentina anunciaron hoy que a partir del miércoles iniciarán una nueva tregua a la huelga que mantienen en protesta contra los impuestos a las exportaciones de granos que dispuso el Gobierno de Cristina Fernández.

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(EFE)

Fotografía cedida por la Presidencia de Argentina que muestra a la presidenta Cristina Fernández (d) dialogando con el ministro de Economía, Carlos Fernández, en su despacho de la Casa Rosada en Buenos Aires. Dirigentes del sector agropecuario anunciaron levantar la huelga comercial reanudada la semana pasada con el fin de retomar las negociaciones con el Gobierno argentino.

Tras los pedidos de varios sectores para retomar el diálogo, la Federación Agraria Argentina (FAA), la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) resolvieron levantar la protesta.

Estas organizaciones de productores habían acordado como una medida de presión no comercializar granos con destino a las exportaciones.

"Se trata de un gesto de racionalidad y actitud democrática. Hay que habilitar una instancia de diálogo y esperemos que el Gobierno no nos defraude. Con esta decisión queda habilitada la posibilidad de discutir para buscar soluciones concretas", dijo en una rueda de prensa el titular de la FAA, Eduardo Buzzi, tras seis horas de debate interno.

Mario Llambías, presidente de CRA, aclaró que, mientras se espera la respuesta del Gobierno, el sector sigue en "estado de alerta y movilización" y continúa en pie la convocatoria para el próximo 25 de mayo a un acto "por la recuperación de un país federal y una política agropecuaria integral" en la ciudad de Rosario (a unos 350 kilómetros al noroeste de Buenos Aires).

Las asociaciones del campo, que reúnen a unos 290.000 productores, declararon el pasado 2 de abril una tregua de treinta días tras tres semanas de la huelga que habían convocado en rechazo al nuevo esquema impositivo.

Sin embargo, el firme rechazo al incremento de las retenciones y la falta de disposición del Gobierno a revisar la medida derivaron en el regreso a las protestas el pasado 7 de mayo.

La semana pasada, el sector había resuelto extender hasta el próximo miércoles su decisión de no comercializar granos con destino a la exportación, en momentos en que en todo el planeta se hace sentir con fuerza el encarecimiento de la oferta de alimentos.

Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja y el cuarto de trigo, y ocupa también puestos de relevancia en el comercio global de derivados (aceites y harinas) de estos granos.

Se calcula que los productores retienen unos 44 millones de toneladas de granos, casi un 45 por ciento de la cosecha del país, que comenzarían a liberar a partir del miércoles.

La decisión adoptada hoy por el campo se da en un contexto de creciente hastío social por la dilación del conflicto, que estalló el pasado 11 de marzo, cuando el Gobierno impuso un nuevo esquema de impuestos móviles a las exportaciones de soja, girasol, trigo y maíz que los agricultores tachan de "confiscatorio".

Según un sondeo de la consultora Ricardo Rouvier, el 73,5 por ciento de los entrevistados espera que la situación "se arregle pronto" y la misma respuesta dio el 88,6 por ciento de los consultados por la firma Analogías.

El Gobierno de Cristina Fernández parece haber acusado recibo de este clima de hartazgo y en los últimos días bajó el tono de la disputa, con miras a restablecer el diálogo interrumpido hace ya dos semanas.

En una señal hacia el sector, el Gobierno autorizó hoy la exportación de trigo a Brasil y excluyó las "vacas conserva" (carnes termo-procesadas de baja calidad) de las restricciones para enviar carnes bovinas al exterior.

Además convenció a movimientos sociales y de desempleados afines para que desistan de bloquear calles y carreteras como método para repudiar las protestas de los agricultores.

En tanto, la Iglesia Católica reclamó hoy un "urgente acuerdo" entre las partes, "en el ámbito de las instituciones y privilegiando el diálogo sobre toda muestra de violencia verbal o física".

"En estos momentos de tensión se hace necesario y urgente que el Gobierno y las agrupaciones representativas del campo lleguen a un acuerdo. Lo necesitamos todos los argentinos, pero particularmente los pobres, que son quienes más sufren las consecuencias de esta situación", afirmó el Episcopado argentino en un comunicado.

El llamado de la Iglesia se sumó a los pedidos que entidades de empresarios, industriales, banqueros y gobernadores de provincias lanzaron también para poner un punto final al conflicto.

"Después de 60 días, volvemos al diálogo como gesto. El país lo necesita. El país está sufriendo un daño importante. Esperamos que este gesto reciba una respuesta adecuada. Nuestra prioridad es buscar una solución a las retenciones (impuestos) móviles", aseguró hoy el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens.