Maná "enciende" las noches brasileñas con canciones al amor y a la naturaleza

Sao Paulo.-  La banda mexicana Maná, con canciones al amor, a la naturaleza y a la vida, "encendió" hoy en la ciudad de Sao Paulo las frías noches de junio en buena parte de Brasil, con el primero de sus cuatro conciertos que forman parte de la gira mundial "Arde el cielo".

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(EFE)

El grupo mexicano Maná durante su concierto en Sao Paulo (Brasil).

Fher, Álex, Sergio y Juan volvieron de nuevo a los escenarios brasileños con un repertorio cargado de sus principales éxitos y del derroche de la energía que ha caracterizado desde finales de los ochenta a la legendaria banda mexicana.

El primero de los conciertos brasileños de Maná tuvo como escenario el teatro Credicard Hall de la capital paulista, al que acudieron unos cuatro mil espectadores que desafiaron el frío y departieron entre rancheras, baladas y descargas de rock ofrecidas por la agrupación.

Con apenas quince minutos de retraso, en una combinación de luces y sonido, aparecieron sobre el escenario las sombras de los integrantes del cuarteto que inició su impecable presentación con su clásica "Déjame entrar".

Con una chaqueta negra y jeans, Fher agradeció en portugués la presencia del público y prometió una velada de "fiesta", una cosa que, según el artista, "saben hacer muy bien los brasileños".

De inmediato la banda entonó "Oye mi amor", otro de los temas clásicos que literalmente levantó al público de sus sillas durante casi todo el recital.

El cuarto tema interpretado fue "Si no te hubieras ido", con el que grupo homenajeó a su compatriota y colega Marco Antonio Solís y que gracias a la versión en portugués de popular dúo Bruno e Marrone, exitosa hace pocos años, tienen la canción de Maná en los primeros lugares de popularidad.

Para su quinta canción, Fher recordó al asesinado ambientalista brasileño Chico Mendes (1944-1988) y explicó que el tema a continuación había sido escrito para ese activista de la Amazonía, a quien comparó con otros líderes mundiales como el hindú Ghandí y el guerrillero argentino Ernesto "Che" Guevara.

El vocalista de Maná expresó que entre el público estaba como invitada la hija de Mendes, Elenira, quien siguió el legado de su padre en la lucha por la defensa de la Amazonía.

Después de la emoción del público brasileño, por el homenaje a uno de sus personajes de la historia más reciente del país, recreado con imágenes animadas en la pantalla gigante de fondo, los integrantes de Maná volvieron al escenario con máscaras y Fher lució una capucha con gabán negro para interpretar "Dónde jugarán los niños".

Al promediar el concierto llegó el espacio para una "descontracción" con la versión de la ranchera "Pero sigo siendo el rey"y sesiones de "sólos" donde Sergio y Álex tuvieron su momento para demostrar las cualidades con la guitarra y la batería respectivamente.

Después de la magistral interpretación en solitario de Álex, el repertorio clásico de la noche volvió con "Mariposa traicionera" y canción siguiente, en "Eres mi religión" invitó a una fan para que los acompañara en un sofá con unas copas de vino en la más informal de sus interpretaciones.

Luego de una ranchera más de José Alfredo Jiménez, el público brasileño volvió al delirio con otros temas de la banda exitosos en Brasil, como "Corazón espinado", cuya versión en portugués de Leonardo ya fue número uno en el país.

"Labios compartidos" y "En el muelle de San Blas" pusieron punto al concierto, aunque después de la presentación y despedida de los miembros de la banda se escuchó el "zapateado" del público, que en Brasil es la forma para decirle al artista "otra, otra, otra".

Esa "una más" fue, como no podía faltar, "Vivir sin aire", la canción que le abrió las puertas de la fama a Maná en el mercado brasileño y que fue tema central de una de las telenovelas más exitosas de la televisión local, y luego con "Rayando el sol".