Con el mandato de modernizar la CBI y buscar consensos terminó la cita ballenera

Santiago de Chile.-  La sexagésima reunión de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) terminó hoy en Santiago con el mandato de modernizar el organismo, creado hace más de 60 años y con la difícil tarea de conciliar, a través de un grupo de trabajo, las posiciones entre cazadores y defensores de cetáceos.

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(EFE)

El presidente de la Comisión ballenera Internacional Bill Hogart participa durante la inauguración oficial de la 60º Comisión Ballenera Internacional (CBI), organismo encargado de la conservación y administración de las poblaciones de ballenas a nivel mundial. Chile pidió a la Comisión Ballenera Internacional (CBI) estar "a la altura de las expectativas de la comunidad internacional" en la protección de las ballenas en Santiago de Chile.

La reunión, que comenzó el pasado lunes y a la que asistieron unos 500 delegados de 81 países, creó fuertes expectativas entre los países conservacionistas que esperan que el organismo modifique su funcionamiento "fosilizado", que convirtió a la instancia en tribuna de confrontaciones.

La conformación del grupo de trabajo, integrado por 24 países, entre ellos seis latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, México, Panamá y Costa Rica), fue destacada como uno de los logros de esta reunión por los comisionados, aunque algunos ecologistas se declararon pesimistas.

Los ambientalistas criticaron el acuerdo del plenario de no votar las resoluciones y de actuar por consenso para evitar confrontaciones.

Señalaron que ello impidió que se abordara el fin de la caza "científica" de cetáceos de parte de Japón, y también la creación de un santuario ballenero en el Atlántico Sur.

Además de la caza "científica", también está permitida la caza aborigen de subsistencia que practican comunidades de Groenlandia, Rusia y Alaska.

Según los ecologistas, en esta reunión "perdieron las ballenas" y ganaron los países pro caza como Japón, Islandia, Noruega y Groenlandia.

"Ahora estamos frente a un estancamiento de la CBI porque los países balleneros no han cedido en nada, Japón debió congelar sus programas de caza científica", dijo a Efe Bárbara Galleti del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat".

Sin embargo, las delegaciones de las naciones conservacionistas se declararon optimistas.

"La evaluación es positiva, logramos establecer un marco inicial para una discusión sobre el futuro de la CBI, la parte difícil será buscar la convergencia mínima entre puntos de vista tan diferentes", dijo a los periodistas el comisionado de Brasil Bernardo Veloso.

El brasileño señaló que la caza "científica" de Japón será uno de los puntos más importantes que se debatirán en el recién creado grupo de trabajo, que tiene como plazo un año para emitir sus resultados.

En la instancia, también se debatirán otros temas álgidos como el uso no letal de las ballenas (turismo), avistamientos y la creación de santuarios para estos mamíferos marinos, los que aseguró Veloso no permitirán se saquen de la mesa de negociaciones.

Según los ecologistas, que por primera vez fueron escuchados en un plenario de la CBI, la investigación científica de Japón mata 1.000 ballenas cada año en los mares del sur, hábitat del 80 por ciento de las ballenas que existen.

Veloso, al igual que el comisionado de Nicaragua y el de Chile, descartó las aprensiones ecologistas en cuanto a que Japón ganó en esta reunión pues seguirá cazando ballenas.

"No es una evaluación correcta, creo que ganamos todos como miembros de la comisión. Lo importante es el compromiso político y la disposición que tenemos en cuanto a establecer un diálogo y buscar consensos", subrayó.

El delegado argentino, Miguel Iñíguez, dijo que están "muy contentos con los resultados" y agregó que se avizora "el inicio de un proceso de modernización de la Comisión, lo que no ocurre desde 1950.

"Con esta reunión comienza una nueva etapa de la CBI", dijo a Efe el delgado de Nicaragua, Edwin Ramón Castro, que se declaró optimista.

Para el portavoz del Grupo de Buenos Aires y jefe de la delegación chilena, Cristián Maquieira, "en Santiago se abrió un proceso dentro de la CBI que nos va a permitir negociar los temas de fondo", según dijo a Efe

"Esto es muy bueno, porque es una decisión y una manera de actuar de la comisión que no se había podido lograr en 25 años", recalcó.

Con esta opinión coincidió la delegada española Carmen Ascencio que calificó la cita como de "transición" de un sistema arcaico "a otro más amable".

"Esperamos una modernización y que la comisión se modernice y vaya con los tiempos actuales en los que para muchos de nosotros los temas de conservación son los prioritarios", subrayó.