Rossi falla cuando más fuerte se muestra Stoner

Assen (Holanda).-  El italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) falló cuando más fuerte se mostraba el australiano Casey Stoner (Ducati Desmosedici), al caerse en el giro inicial del Gran Premio de Holanda de MotoGP que ganó con autoridad en Assen el vigente campeón mundial.

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(EFE)

El piloto italiano de Moto GP Valentino Rossi del equipo Fiat Yamaha levanta su moto tras caerse durante la disputa del Gran Premio de Holanda en el circuito de Assen, el 28 de junio de 2008.

Stoner había dado un aviso previo en entrenamientos al hacerse con el mejor tiempo y posición para la formación de salida y tampoco falló en ese momento, aunque inicialmente se le "colase" el español Daniel Pedrosa, al que le duró poco la alegría frente al piloto de Ducati, pero poco después se enteró del percance de Rossi, quien tras haber hecho una mediocre salida se coló en una curva al bloquear la rueda trasera de su moto y acabó por los suelos llevándose al francés Randy de Puniet (Honda RC 212 V) en su caída.

La carrera estaba literalmente vista para sentencia, ya que Casey Stoner no tardó ni un suspiro en decir adiós a sus rivales y Daniel Pedrosa tampoco tardó demasiado en dar buena cuenta de su propio compañero de escudería, el estadounidense Nicky Hayden, al que su moto le dejó sin gasolina con la bandera de cuadros ondeando en lontananza y sin poder evitar que le superase su compatriota Colin Edwards (Yamaha YZR M 1).

Pero tras conocer la fatalidad de su rival y hasta Assen líder de la clasificación provisional del mundial, Valentino Rossi, el piloto de la Honda RC 212 V de Repsol debió de hacer sus propias cuentas y ante la superioridad evidente de su oponente australiano dio por válido un segundo puesto que le aupaba hasta la primera plaza de la tabla de puntos del campeonato.

El campeonato, tras Holanda, ha dado un giro hasta cierto punto imprevisto y ha devuelto una emoción cada vez mayor a la lucha por el título, en la que ya ha quedado claro que sólo habrá tres contendientes y hoy falló el que menos se esperaba, el siete veces campeón del mundo Valentino Rossi, quien aún con todo tuvo la suerte de ver como dos rivales se debían retirar por caída, Alex de Angelis y Anthony West, y a los otros dos los superaba tras protagonizar su particular remontada hasta el undécimo lugar.

La lluvia jugó su baza importante en el resto de cilindradas, pues en los 250 c.c. apareció tímidamente cuando el español Alvaro Bautista (Aprilia) había conseguido acceder al liderato tras desbancar del mismo al suizo Thomas Luthi (Aprilia), que al mojarse la pista ralentizó su marcha, pero en cuanto el agua dejó de mojar el asfalto volvió a tirar, recuperó la primera posición y se marchó en pos de una victoria que, por varios motivos, era especialmente importante para el campeón del mundo de 125 c.c. en 2006.

Bautista ha sumado a lo largo de la temporada cinco mejores clasificaciones de entrenamientos, pero tras lograr cualquiera de ellas no había conseguido plasmarlo con la victoria en la carrera hasta hoy.

Además, el triunfo de Alvaro Bautista, el segundo de la temporada, unido a la clasificación del líder del mundial, el finlandés Mika Kallio (KTM), séptimo, le permite recuperar mucho terreno en la lucha por el título mundial y ascender hasta la cuarta posición cuando todavía faltan ocho carreras por disputarse.

Mucho más enrevesada resultó la carrera del octavo de litro, en la que la lluvia hizo verdaderamente de las suyas, pues cuando el británico Bradley Smith (Aprilia) la lideraba con cierta solvencia, secundado por los españoles Nicolás Terol (Aprilia) y Joan Olivé (Derbi) comenzó a llover y las caídas del propio Smith y de los españoles Efrén Vázquez (Aprilia) y Mar Márquez (KTM), obligaron a detener la misma.

En la reanudación, a sólo cinco vueltas, fue Joan Olivé quien llevó la iniciativa en las cuatro primeras y en la quinta y última pudo pasar de todo en el grupo de hasta siete pilotos que marchaban en cabeza, pero la veteranía y experiencia del campeón mundial húngaro Gabor Talmacsi (Aprilia) fue demasiado para sus rivales.