Una huella dactilar para los animales

De la misma forma que nuestras huellas dactilares nos identifican, el hocico del gorila, las rayas de la cebra o el plumaje del pingüino son rasgos físicos que les diferencian de otros animales de su misma especie. Científicos británicos de la Universidad de Bristol han conseguido aplicar un sistema biométrico remoto que a partir de las marcas que los pingüinos tienen en el pecho, elabora una base de datos que permite identificar y estudiar cada ejemplar.

Esta tecnología, bautizada por sus creadores como 'Biometric Penguin Recognition', puede resultar muy útil en la investigación de especies amenazadas, ya que al tratarse de un sistema remoto, éstas no tienen contacto con el hombre y por tanto se evita cualquier daño o molestia a los animales.

Actualmente este sistema se está experimentando en una colonia de al menos 20.000 pingüinos de El Cabo ('Spheniscus demersus') en Robben Island , Sudáfrica. A principios del siglo XX, el número de esta especie de pingüino era de un millón, pero a día de hoy, su población se ha reducido a 170.000 ejemplares.

A partir de las características anatómicas o los rasgos del comportamiento, la biometría puede identificar individuos. Las huellas dactilares, el iris de los ojos, los rasgos faciales, las venas de las manos o la voz, son algunas de las técnicas habitualmente utilizadas para humanos. En el caso del sistema monitorizado que se está utilizando con los pingüinos de El Cabo, la técnica es similar a la que se aplica con la lectura de las huellas dactilares.

¿Cómo funciona el 'Biometric Penguin Recognition'?

Este sistema de reconocimiento consiste en instalar cámaras de alta resolución ocultas a ras del suelo en el camino que los pingüinos suelen transitar cada día para ir al mar. Las imágenes que captan estas cámaras se envían a los ordenadores que a través de una base de datos identifican a los miembros de la especie en tiempo real. Esta tecnología es capaz de reconocer a cada animal a partir de unos patrones biométricos: las marcas negras del plumaje que el ave tiene en el pecho. Sólo cuando el animal es claramente visible, el software del sistema genera un mapa en dos dimensiones del pecho del animal para posteriormente compararlo con la información almacenada. Si coincide, el ave puede ser identificada. Si no hay coincidencias, un mapa con nueva información se añade a la base de datos. El diseño del software ha tenido en cuenta la forma en que las manchas del pingüino pueden cambiar sutilmente cuando el ave respira o se mueve.

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Otras formas de identificar animales

'La huella del hocico' ('nose printing') de los animales es un método de reconocimiento habitual en algunos mamíferos como perros, gorilas o vacas. En Estados Unidos, este método se utiliza de cara a las exhibiciones de perros con pedigrí para comprobar que no ha habido ningún cambio antes del evento; en África, los conservacionistas utilizan esta misma técnica para identificar y estudiar a los gorilas; y en otras partes del mundo, como en Japón, esta forma de reconocimiento es muy común para identificar al ganado.

Al igual que ocurre con los pingüinos, otros animales pueden ser también identificados por las características biométricas de su piel. Por ejemplo, una cebra puede ser reconocida según la disposición de las rayas de su pelaje, y algunos tipos de peces poseen marcas en su cuerpo que les otorga una 'identidad'.