Curso exprés de costura

MADRID.-  Somos muchos los que no tenemos ni idea de costura, y tenemos que recurrir a las tiendas de arreglos (o a mamá) para remendar un descosido. Aprendiendo a coser, nos ahorraríamos un dinerillo.

"Hay mucha gente que no sabe ni coser un botón". Es la rotunda afirmación de Magdalena, empleada en una tienda de arreglos y transformaciones de Madrid. Y tiene razón: es difícil encontrar gente, sobre todo entre los más jóvenes, que sepan arreglarse su propia ropa. No sólo coser botones, sino arreglar un bajo o hacer un zurcido son cosas que nuestras madres aprendieron en el colegio. Los chicos no tuvieron esa oportunidad; eran cosas de mujeres.

Y es una pena, porque saber hacer un pespunte te hace mucho más independiente. Aunque no es sólo cuestión de ignorancia: la falta de tiempo, y la comodidad, hacen que mucha gente prefiera pagar por que le arreglen un descosido, antes que hacerlo por sí mismos.

"Viene mucha gente joven pidiendo arreglos de lo más sencillito" cuenta la dueña de otra retoucherie, mientras toma medidas con manos expertas a unos vaqueros gastados. Y es que no estamos dispuestos a renunciar a nuestras prendas favoritas por un roto inoportuno. Está claro que aprender a coser es una buena decisión: no sólo por el ahorro directo (1€ coser un botón, 8€ subir un bajo...), sino para poder "reciclar" tu ropa y darle otro aire, ahorrándote así lo que te gastarías en comprarte ropa nueva y mucho menos original.

¿Eres de los que no saben enhebrar una aguja? Empieza por lo más sencillo: aprende las costuras básicas, y disfruta la sensación de ser autosuficiente. En muchos ayuntamientos organizan talleres y cursos de costura de distintos niveles. Acércate a preguntar. O pídeselo a tu madre, a tu abuela, a tus tías..: estarán encantadas de hacer de ti una persona de (más) provecho.

Y si eres más ambicioso, aprendiendo a hacer tu propia ropa, además de ahorrar dinero podrás presumir de diseños únicos y originales. Familiarízate con los conceptos básicos antes de empezar. Apúntate a un curso de costura, (hay para todos los gustos), o aprende a tejer y crea tu fondo de armario para el próximo invierno.