Francia va a hacer balance radio-ecológico de todos sus sitios nucleares

París.-  Francia va hacer balance de la situación radio-ecológica de todos sus sitios nucleares, según anunció hoy el ministro de Ecología, Jean-Louis Borloo, tras el escape de 74 kilos de uranio detectado el pasado día 7 en los alrededores de la central atómica de Tricastin, en el sureste del país.

ampliar foto

(EFE)

Imagen de la central nuclear francesa de Socatri en Tricastin, La Bollene, Francia.

En declaraciones a "Le Parisien", el ministro precisó que se va a "verificar en particular el estado de las capas freáticas próximas a todas las centrales nucleares".

El titular de Ecología dijo esperar ahora el análisis del Alto Comité para la Transparencia y la Información sobre la Seguridad Nuclear.

Según las medidas realizadas por el Instituto de Radioprotección y Seguridad Nuclear (IRSN), los 74 kilos de uranio vertidos terminaron disueltos en varias corrientes de agua, pero desaparecieron con rapidez, recuerda el diario.

Sin embargo, esos mismos análisis permitieron descubrir en la capa freática próxima de la central una inquietante polución nuclear de origen y antigüedad desconocida.

En algunos pozos se verificaron índices de uranio anormales y variables, de hasta 70 microgramos por litro en ocasiones, mucho más elevados de los 15 mg preconizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), subraya hoy "Le Parisien".

"Para la banda de 100 metros" alrededor de los ríos de Gaffiere y Lauzon, los más próximos de la central, "las restricciones sólo podrán retirarse" tras "medidas de vigilancia más amplias", precisó.

En cambio, el IRSN, la Autoridad de Seguridad Nuclear (ASN) y el Ministerio de Sanidad "estudian actualmente la retirada parcial de las restricciones" de uso y consumo del agua tomadas tras el incidente del 7 de julio, que de momento, el prefecto (gobernador civil) del Vaucluse mantiene, indicó.

La organización ecologista Greenpeace, que denuncia desde hace años la polución nuclear en el entorno de los sitios nucleares franceses, consideró que la fuga de Tricastin permite "una toma de conciencia tardía incompatible con un nuevo programa nuclear".

Greenpeace subrayó la necesidad de que no se limite a los sitios de las centrales nucleares, sino que incluya los de tratamiento de residuos nucleares, las antiguas minas de uranio, los sitios militares y los centros de almacenamiento de desechos atómicos, en particular los de La Mancha y Soulaines.

En relación con "la contaminación más antigua de una capa freática" en Tricastin, Greenpeace recordó que la fábrica de tratamiento de deshechos de La Hague tiene autorización para verter cada día "más de 11.000 veces" lo que se perdió allí.

Denunció, además, las "fugas permanentes" en la decena de centros de almacenamiento franceses y citó como ejemplo unas medidas efectuadas por sus expertos, en 2006, en La Mancha, que dieron una concentración 180 veces mayor de la permitida por las normas sanitarias europeas.

La estación de tratamiento de la central atómica de Tricastin (sureste) en el origen de la fuga, cerrada el pasado día 11, por orden de la ASN, sólo comunicó su existencia el día 8 por la mañana.