El proyecto de acuerdo reduce las ayudas agrícolas que distorsionan el comercio

Ginebra.-  Los países de la Organización Mundial del Comercio (OMC) negocian una propuesta que prevé rebajar el 70% para EEUU en los subsidios agrícolas que distorsionan el comercio y el 80% para la Unión Europea (UE), aunque en el caso europeo solamente afectará a una parte de sus subvenciones.

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(EFE)

La representante de Comercio de EEUU, Susan Schwab, a su salida durante el quinto día de la cumbre ministerial sobre la liberalización comercial, que se realiza en la sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Ginebra (Suiza).

El documento presentado por el director de la OMC, Pascal Lamy, al que ha tenido acceso Efe, incluye esos recortes para ambos países en desarrollo, así como concesiones tanto en reducción de aranceles agrícolas e industriales, para propiciar un acuerdo entre países desarrollados y emergentes.

Se trata del texto que han examinado una treintena de países de la OMC, quienes concluyeron esta noche su quinta día de reuniones con acercamiento crucial sobre un acuerdo para salvar la Ronda de Doha, iniciada hace siete años, para profundizar en la liberalización comercial mundial.

Esta propuesta debe ser aceptada por los socios de la OMC y una vez que concluyera la reunión de la semana, se incluiría en un acuerdo final sobre la Ronda de Doha, que se quiere acabar a finales de 2008.

En la parte agrícola, plantea una rebaja de las ayudas "más distorsionadoras" del comercio, que para EEUU sería del 70% y podría situarlas en un límite de 14.500 millones de euros.

En cuanto a la UE, prevé un recorte del 80% de ese tipo de subvenciones, pero en la práctica solamente afectará a una parte de las ayudas comunitarias.

Esto se debe a que de las actuales subvenciones europeas una parte grande, en sectores como los cereales, la ganadería o el olivar, está "desligada" o "desvinculada" de la cantidad producida u se paga por explotación; este tipo de apoyos no se considerarían distorsionadores, según fuentes europeas.

En consecuencia, la UE debería rebajar los apoyos que siguen "acoplados" a la cantidad producida o a las ayudas a los precios, porque esos sí alteran el comercio.

Bruselas estima que con ese porcentaje será suficiente con las reformas emprendidas de su Política Agrícola Común (PAC).

Por otro lado, la propuesta que han discutido los socios de la OMC plantea una rebaja del 70% para los aranceles agrícolas más altos que aplican los países desarrollados.

Asimismo, prevé que los países ricos incrementen las cuotas de exportación de productos agrícolas en un 4% de su consumo interno; este porcentaje es aceptado por los europeos.

En cuanto a los llamados "productos sensibles", aquellos que deben estar protegidos de una liberalización, un país desarrollado podría situarlos en el 4% del total de sus productos, si bien hay una cláusula que apunta la posibilidad de un 2% más aunque bajo ciertas condiciones.

En el caso de los países en desarrollo, un 12% de los productos se catalogarían como "especiales", también protegidos de una apertura comercial, con un recorte arancelario del 11%.

Los países que se han incorporado más tarde a la OMC, como China, recortarían un 10% sus aranceles agrícolas en un número total de 13% de categorías arancelarias.

Otra propuesta es que para poner en marcha el mecanismo de salvaguarda contra la entrada masiva de un producto, los envíos deberán llegar a un 140% "de las importaciones de base".

Un país no aplicará ese mecanismo con normalidad si no se constata que los precios de un producto están cayendo.

En la UE, los productores reclaman habitualmente salvaguardas contra importaciones, por ejemplo, de ajo chino.

En cuanto a productos industriales, prevé nuevas reducciones de aranceles, que no han sido aceptadas por India ni por Argentina.

Alude a la llamada "cláusula anticoncentración", para evitar que los países eximan sectores industriales completos de la liberalización del comercio de bienes industriales.

Plantea que los países en desarrollo se comprometan a aplicar el recorte de aranceles que se acuerde a, al menos, el 20% de las líneas arancelarias de cada categoría (autos o frigoríficos, por ejemplo).

Ello indica que pueden mantener cierta protección sobre el 80% restante.