Aumentan los rechazos a la propuesta de Lamy para salvar la Ronda de Doha

Ginebra.-  A pesar del relativo optimismo reinante anoche tras conocer la propuesta de acuerdo que estudian los socios de la OMC para salvar la Ronda de Doha, cada vez son más las voces disidentes entre los países emergentes y desarrollados.

Tras varios días de intensas negociaciones de una treintena de ministros para intentar desbloquear la Ronda de Doha, que se discute desde hace siete años, anoche el director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, presentó un texto que aparentemente reflejaba la convergencia de la mayoría de implicados.

Argentina, India e Indonesia mostraron, sin embargo, su descontento con la propuesta.

Hoy, a estos países en desarrollo se le ha unido Sudáfrica, cuyo viceministro de Comercio, Rob Davies, en declaraciones a Efe, dijo que su país no estaba bloqueando el proceso, "pero tampoco vamos a dar una hoja en blanco", aclaró.

"En general necesitamos que nos prometan que esto va a tener un resultado para el desarrollo", agregó Davies; Suráfrica es reacio a las propuestas sobre apertura de mercados industriales.

El ministro de Comercio de Venezuela, Willian Antonio Contreras, dijo en la sala que notaban con preocupación "que en gran medida el texto que se hizo circular obedece más a satisfacer las inquietudes de algunos miembros para comprometerlos en la culminación de la Ronda, que a atender efectivamente las necesidades de desarrollo de la mayoría de los miembros".

Por su parte, el canciller argentino, Jorge Taiana, dejó bien clara su oposición a la propuesta: "Las ideas que flotan son más de lo mismo".

A este obvio rechazo de los países en desarrollo, se han sumado hoy varios países de la Unión Europea -como Italia, Francia, Hungría, Irlanda, Lituania-, que un Consejo argumentaron que la propuesta "no es equilibrada".

El gobierno italiano emitió una nota que especificaba que el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, coincidieron hoy en la "absoluta necesidad" de llegar a un acuerdo "positivo y equilibrado".

La propuesta de Lamy incluye un recorte de ayudas agrícolas que distorsionan el comercio, y prevé, además, reducciones de aranceles que alcanzarán el 70 por ciento en los productos que ahora son más altos en los países desarrollados.

Por su parte, Brasil y México coincidieron en señalar su satisfacción por el avance obtenido con el proyecto de Lamy y destacaron que la rebaja de los subsidios agrícolas que distorsionan el comercio no se hubieran imaginado hace pocos años.

Se desconoce por el momento cual ha sido la reacción de los miembros de la OMC al anuncio de la UE de presentar un nuevo texto.

Mandelson ha dejado claro que Argentina debería estar contenta por todo lo obtenido hasta la fecha, e indicó que debería hacer cálculos de todas las exportaciones agrícolas que podrá enviar a la UE de concluir Doha.

"Creo que (Buenos Aires) ha obtenido todo lo que quería", afirmó Mandelson, obviando así la principal preocupación argentina que es su negativa a rebajar de forma ambiciosa los aranceles a la importación de bienes industriales.

Una preocupación que Buenos Aires también comparte con India.

Precisamente, Mandelson también le hizo un guiño a Nueva Delhi al afirmar que aunque es consciente que no está contenta con los textos actuales, debería esperar a la conferencia sobre servicios que tendrá lugar esta tarde y que señalará los sectores que cada país está dispuesto a liberalizar.