Organizaciones chilenas rechazan al juez propuesto por Bachelet como miembro del Supremo

Santiago de Chile.-  Organizaciones chilenas de derechos humanos y dirigentes de izquierda manifestaron hoy su rechazo al juez Alfredo Pfeiffer, propuesto por el Gobierno de Michelle Bachelet como nuevo integrante de la Corte Suprema.

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(EFE)

El juez Alfredo Pfeiffer fue propuesto por el Gobierno de Michelle Bachelet como nuevo integrante de la Corte Suprema.

Las organizaciones, agrupadas en la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos, que incluye a las víctimas de la dictadura de Augusto Pinochet, consideran que Pfeiffer, actual miembro de la Corte de Apelaciones de Santiago, apoya la Ley de Amnistía y la prescripción en los juicios por violaciones a los derechos humanos.

De hecho, Pfeiffer votó siempre en contra de los desafueros de Pinochet y respaldó a la defensa del fallecido dictador cuando argumentó demencia para eludir su procesamiento por crímenes de lesa humanidad.

"Nos violenta que se promueva a la Corte Suprema a un magistrado que repudia los derechos humanos", sostiene una carta enviada por la Asamblea de Derechos Humanos a la presidenta Bachelet.

Tras otras consideraciones del mismo tenor, la misiva sostiene que "si Chile pretende, desde el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, alumbrar al resto del mundo, debe despejar las sombras que amenazan su casa".

Al oficializar la propuesta, este lunes, el ministro de Justicia, Carlos Maldonado, destacó los méritos jurídicos del magistrado y manifestó su esperanza de que en el Senado, que debe ratificar el nombramiento, "haya una mirada de mucha altura" al momento de evaluar la proposición.

No obstante, algunos senadores de izquierda, entre ellos Alejandro Navarro y Jaime Naranjo, adelantaron su rechazo, porque, según afirmó este último, la llegada de Pfeiffer a la Corte Suprema, "sería una burla para quienes, por décadas, han luchado por la verdad y la justicia en materia de derechos humanos".

El juez Pfeiffer, en los años 90, estuvo al frente del juicio a unos militantes de un grupo armado de izquierda procesados por secuestro, pero se retiró del caso tras admitir que los enjuiciados le provocaban sentimientos de "enemistad, odio y resentimiento".

También investigó el asesinato de un dirigente del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), pero cerró cuatro veces el caso sin ningún procesado o imputado.