Un juez decreta el fin de los privilegios judiciales para los asesores de la Casa Blanca

Washington.-  Un juez federal determinó hoy que los asesores de alto rango de la Casa Blanca no están inmunes de citaciones emitidas por el Congreso para que no den testimonio bajo el amparo del llamado "privilegio ejecutivo".

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(EFE)

La Casa Blanca recurría a esa figura legal para no dar información, documentos o testimonios sobre los procesos internos del poder Ejecutivo.

La Casa Blanca recurría a esa figura legal para no dar información, documentos o testimonios sobre los procesos internos del poder Ejecutivo.

La sentencia del juez federal John Bates fue elogiada de inmediato por la oposición demócrata.

No existe una base legal para que la Casa Blanca se oponga a que la ex asesora legal del presidente George W. Bush, Harriet Miers, rinda testimonio ante miembros del Congreso dijo el juez Bates en su dictamen de 93 páginas.

"Harriet Miers no está inmune de un proceso obligatorio del Congreso; bajo la ley se requiere que dé testimonio con base en una citación emitida debidamente por el Congreso", precisó.

Bates dijo que Miers como el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Joshua Bolten, que se opusieron a dar testimonio ante el Comité Judicial de la Cámara Baja, deben también entregar al Congreso cualquier documento relacionado con los despidos de nueve fiscales federales a finales de 2006.

El llamado "privilegio ejecutivo" al que recurría la Casa Blanca emanó del principio constitucional de la separación de poderes y, otorgó a miembros del Ejecutivo inmunidad ante cualquier acción judicial o investigación por parte del Congreso.

Aunque se prevé que el Gobierno de Bush apelará a la decisión del juez Bates, el dictamen trajo buenas noticias a los legisladores que investigan presuntas irregularidades y consideran que nadie está por encima de la ley.

Los demócratas han exigido que varios asesores de Bush, antiguos y actuales, den testimonio ante el Congreso sobre la presunta politización del Departamento de Justicia, sobre todo, en lo que se refiere a la contratación de empleados y al controvertido despido de los fiscales federales.

Además de Miers, la oposición demócrata ha citado a comparecer ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes a Bolten y al ex asesor presidencial Karl Rove.

"Esta decisión debe enviar una señal clara a la Administración Bush para que coopere plenamente con el Congreso y, a los ex funcionarios Harriet Miers y Karl Rove a dar testimonio ante el Legislativo", dijo la presidenta de la Cámara Baja, la demócrata Nancy Pelosi.

Para el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, John Conyers, el dictamen del juez Bates es una "reafirmación categórica del principio fundamental del sistema de equilibrio de poderes y la idea básica estadounidense de que nadie está por encima de la ley".

Aunque no precisó fecha, Conyers dijo que trabajará con Miers y otros testigos en cuestión para la entrega de los documentos pertinentes y pidió que Miers dé su testimonio en septiembre.

Desde el senado, el presidente del Comité Judicial, Patrick Leahy, destacó que los argumentos de privilegio ejecutivo e "inmunidad" que ha utilizado la Casa Blanca "eran erróneos y son parte de un arrogante encubrimiento de la Casa Blanca, pensado para ocultar de la mirada del público las acciones ilegales e inadecuadas de esta administración".

"Es hora de que funcionarios de alto rango actúen con apego a la ley y se presenten ante el Congreso para dar testimonio como lo exigen las citaciones", enfatizó Leahy, al expresar su disposición para programar las comparecencias de Rove y Bolten ante su comité.