Brasil, país de referencia en acceso universal y compromiso político ante el VIH

México.-  Brasil ha cosechado enormes éxitos en hacer llegar los tratamientos a personas con sida y se ha convertido en una referencia latinoamericana por el compromiso político de acceso universal a medicamentos antirretrovirales, dijeron a hoy Efe varios expertos en la enfermedad.

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(EFE)

En la imagen, el monumento más emblemático de Río de Janeiro, el Cristo Redentor, decorado con un lazo rojo, símbolo de la lucha contra el sida.

La chilena Raquel Child, especialista en prevención de sida del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), destacó que Brasil, con 730.000 personas contagiadas, mantiene "una de las respuestas mas antiguas y comprometidas" ante la epidemia.

La experta chilena señaló que Brasil comenzó "con terapia antirretroviral con cobertura universal al inicio" de la epidemia, a lo cual destinó recursos propios y préstamos de organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM).

Child destacó además que "ha habido permanentemente una asociación en el trabajo entre el Gobierno y la sociedad civil", que ha sido muy fuerte y activa, incorporada plenamente a las políticas del Gobierno.

Ello permitió un "crecimiento de la epidemia notablemente inferior a las previsiones iniciales", pese a lo cual el gigante latinoamericano concentra el 40 por ciento de las personas con VIH/sida en la región.

En un primer momento el virus lo contraían hombres que tenían sexo con hombres, pero más tarde se extendió entre las mujeres y a usuarios de drogas inyectables, indica el Programa de Naciones Unidas contra el sida (Onusida).

El su último informe mundial el organismo señala que Brasil ha aplicado "un enfoque simultáneo en asegurar el acceso a los servicios tanto de prevención como de tratamiento del VIH que ha ayudado a mantener estable su epidemia".

Asimismo, considera un éxito el hecho de que el acceso generalizado a la terapia antirretroviral a todos los seropositivos brasileños haya permitido reducir a la mitad la tasa de mortalidad por sida entre 1996 y 2002.

Al respecto, el secretario general adjunto de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y director ejecutivo de Onusida, Peter Piot, destacó previo a la XVII Conferencia Internacional sobre Sida, que inicia hoy, los "impresionantes progresos" registrados en Brasil en el tratamiento con antiretrovirales.

"Fue uno de los pioneros en esta región", indicó. Actualmente el Gobierno gasta unos 500 millones de dólares en estos productos farmacéuticos.

Una singularidad más de Brasil ante el VIH/sida que ha explicado estos días en México su directora de programas ante la enfermedad, la doctora Mariangela Simao, ha sido la apropiación de patentes.

Según la experta, cuando el Gobierno declara que un medicamento es un asunto de emergencia nacional o interés público "permite utilizar esas medicinas sin patente".

Ello permitió que el 80 por ciento de los antirretrovirales que consumen los brasileños sean producidos en su territorio.

Para el director regional del Programa Onusida, César Núñez, el mayor país de Latinoamérica en cuanto a contagios tiene en el compromiso político del Gobierno otro pilar crucial ante el sida.

Cuenta con "un abordaje de arriba hacia abajo, desde el presidente (Luiz Inacio) Lula (Da Silva), una persona muy comprometida, y de una sociedad civil muy involucrada", indicó.

Además, este enfoque es multisectorial, lo que implica que se involucran con la respuesta al VIH/sida a la vez los ministerios de Salud, Cultura, Educación e incluso el de Defensa.

Según Núñez, Brasil "responde muy bien a los tres elementos de acceso universal" frente al VIH/sida: la prevención, el tratamiento y el cuidado y atención a las personas con el virus.

No obstante, reconoce que todavía "tiene que hacerse un esfuerzo" mayor en prevención. "Sencillamente la epidemia nos lleva una ventaja", acotó.

Dos aspectos más que destaca el director regional de Onusida en Latinoamérica es el interés mostrado por Brasil en la cooperación internacional, especialmente en la horizontal (sur-sur).

El país suramericano trabaja con los países lusófonos africanos en facilitar los tratamientos en una región, el África subsahariana, con la mayor prevalencia mundial de VIH/sida.