La Liga Musulmana de Sharif vuelve al Gobierno paquistaní tras forzar el proceso contra Musharraf

Islamabad.-  La Liga Musulmana-N (PML-N) de Nawaz Sharif retornó hoy al Gobierno paquistaní tras forzar a sus socios del Partido Popular (PPP) a un acuerdo para proceder a la destitución del presidente, Pervez Musharraf.

"Hacemos esto para mostrar nuestra completa solidaridad con el PPP", dijo a Efe el portavoz de la PML-N, Sidiqi Faruq, al anunciar el regreso al Ejecutivo que el partido abandonó a mediados de mayo pasado, apenas 40 días después de la formación del Gabinete.

Se trata de una solidaridad condicionada, pues sólo regresarán a sus puestos vacantes cuatro -Educación, Cultura y Juventud, Producción Militar y Ferrocarriles- de los nueve ministros que los abandonaron.

El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, rechazó entonces las dimisiones y dejó las carteras vacantes, lo que dio inicio a un largo proceso de negociaciones entre los dos grandes socios de la coalición de Gobierno que sólo ayer dieron el resultado que Sharif exigía: la apertura del proceso contra Musharraf.

Según explicó Faruq, los cinco restantes ministros de la Liga-N reasumirán sus carteras sólo cuando sean restituidos en sus puestos los jueces del Supremo expulsados por Musharraf hace nueve meses.

De hecho, el acuerdo que alcanzaron el PPP, la Liga-N y las dos formaciones minoritarias que componen la coalición gubernamental prevé la rehabilitación de los jueces una vez Musharraf haya sido apartado del poder.

Los partidos del Gobierno ofrecieron a Musharraf la posibilidad de someterse a un voto de confianza del Parlamento o afrontar un proceso de destitución ("impeachment") bajo la acusación de violación de la Constitución o "mala conducta" grave.

Para ello, haría falta el voto de dos tercios de una sesión conjunta de Parlamento y Senado, es decir de 295 legisladores.

"Todo está negociado, tendremos más de 300 votos", aseguró el portavoz de la Liga-N.

"Por lo que se refiere a los números en el Parlamento, hemos hecho nuestros deberes", abundó la ministra de Información, Sherry Rehman (del PPP), quien afirmó que tienen votos contra Musharraf incluso de su partido afín, la Liga Musulmana-Q, hoy en la oposición, según la agencia estatal APP.

Rehman descartó que el presidente haga uso de sus atribuciones constitucionales y disuelva el Parlamento.

Musharraf, por su parte, se reunió ayer con asesores legales y políticos afines y decidió que se defenderá en el Parlamento cuando se proceda al proceso de destitución.

"Todo lo que he hecho ha sido en interés del país. No he violado la Constitución y responderé de los cargos que se me imputan en el Parlamento", dijo el presidente, según fuentes que cita hoy el rotativo "Dawn".

El presidente "nunca se rendirá y luchará hasta el final", declaró a la prensa Chaudhry H. Chattha, uno de los miembros de la Liga-Q presentes en la reunión con Musharraf.

De momento, no hay fecha para el inicio del procedimiento. Sólo la Asamblea provincial de Sindh ha convocado para los días 12 y 13 una sesión especial en la que, presumiblemente, instará al presidente a que se someta a un voto de confianza.

Para que prospere la impugnación presidencial, es preciso que la mitad de los miembros de las dos cámaras presenten un pliego de cargos contra Musharraf, que se le comunicará al afectado en un plazo de tres días.

Posteriormente, ha de convocarse una sesión conjunta Parlamento-Senado, en una a dos semanas de plazo, para investigar, debatir y votar el proceso de destitución.

Algunas voces han dejado claro hoy su temor a que el proceso se dilate en el tiempo y quede en papel mojado, como anteriores acuerdos entre el PPP y la Liga-N.

En un comunicado, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, Asma Jahangir, advirtió a los socios de Gobierno de que la ciudadanía les "perdonará" la pérdida de "meses preciosos" en superar sus desavenencias "si cumplen sus promesas con la seriedad y el sentido de urgencia que sus responsabilidades demandan".

En nombre de la Liga-N, Makhdum Javed Hashmi, admitió que el procedimiento contra Musharraf llevará tiempo, pero lo cifró en semanas y no meses.