La Fundación Saura estudiará pedir a la Justicia la devolución de obras a las herederas

Cuenca.-  El Patronato de la Fundación Antonio Saura va a estudiar la posible presentación de un recurso por la vía civil para pedir a las herederas de Antonio Saura la devolución de la serie "Nule die sine linea.1994", después de que los juzgados hayan desestimado la demanda penal presentada por esta institución.

La presidenta de la Fundación Antonio Saura y hermana del artista, María Ángeles Saura, ha dicho hoy que es un asunto que deberá de estudiar el Patronato y que tendrá que ser consultado con abogados, después de que la Audiencia Provincial de Madrid desestimara el mes pasado la demanda penal por supuesta apropiación indebida, que la Fundación había interpuesto contra las herederas.

María Ángeles Saura ha dicho que la Audiencia de Madrid "no se pronuncia sobre si esas pinturas deben ser o no devueltas a la Fundación, lo único es que desestima la vía penal porque entiende que no es la adecuada para resolver el conflicto, pero este conflicto existe".

En cualquier caso, María Ángeles Saura ha advertido que los dibujos que integran la serie ya han sido vendidos por las herederas del pintor.

"Se han jactado de haberlo hecho; es decir, esa obra es irrecuperable contra los deseos de Antonio Saura, expresados incluso documentalmente", ha añadido.

En este sentido, ha explicado que la crónica es una obra única, que su hermano "se negó a venderla por separado a dos museos en mi presencia, porque la quería junta y por eso dijo que el único lugar natural donde podría estar era en su Fundación".

Por su parte, el miembro del Patronato y ex presidente de la Fundación, Emilio Catalá, ha dicho que personalmente es partidario de reclamar la serie por la vía civil.

Catalá ha indicado que la serie "es la génesis, el bien fundacional y la esencia de la Fundación", por lo que "aunque esté vendida en parte me gustaría recuperar lo que se pudiera y lo que no se pudiera que se compensara con otro tipo de obra".

Ha asegurado que Antonio Saura le dijo en su momento que la serie "es una obra totalmente homogénea, unida que no se puede desmembrar, no se puede dividir, vender o fraccionar y por eso tiene que ir a un museo o ir a una fundación".

Antonio Saura la donó a la Fundación mediante un documento notarial, pero como esta entidad no tenía aún una sede física la conservó en su domicilio particular, lo que permitió que a su muerte sus herederas la catalogaran y comenzaran a venderla, ha añadido.

"Por eso es por lo que se interpuso una demanda penal, para que esa venta se parara de forma inmediata, porque la vía civil podía demorarse y podía seguir vendiéndose", ha puntualizado Catalá.

La serie fue creada por Saura a lo largo del año 1994, haciendo un dibujo diario inspirado en una noticia aparecida en la prensa escrita, ha recordado Catalá.