Suníes y chiíes firman un pacto para terminar los enfrentamientos en Trípoli

Beirut.-  Los principales líderes suníes y chiíes del Líbano firmaron hoy un acuerdo de reconciliación que busca poner fin a los enfrentamientos entre ambas comunidades musulmanas que se desarrollan desde hace meses en la ciudad septentrional de Trípoli.

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(EFE)

Soldados libaneses armados bloquean un camino bloqueado con una barricada hecha por los miembros del Partido de la Siria Nacional-socialista toma posición para disparar tras tomar y quemar los estudios de la televisión Future, en Beirut, Líbano.

El pacto, promovido por el primer ministro libanés, Fuad Siniora, incluye el cese de los combates que se repiten desde mayo en Trípoli y que enfrentan a suníes, apoyados por la mayoría parlamentaria, con chiíes, que reciben el respaldo de la oposición.

Asimismo, las partes se comprometen a mantener la paz y la estabilidad, a dejar de realizar manifestaciones violentas, así como a indemnizar por los daños causados durante los choques armados.

El acuerdo, además, establece que Trípoli quede bajo la jurisdicción de las fuerzas de seguridad libanesas.

Este intento de reconciliación cuenta con el beneplácito del líder de la mayoría parlamentaria libanesa, Saad Hariri, y del jefe del grupo chií Hizbulá, Hasan Nasrala, que encabeza la oposición.

Hariri dijo hoy que "la situación en Trípoli es triste porque esta es la ciudad de la coexistencia y no hay diferencia entre un tripolitano y otro, cualquiera que sea su religión", y deseó que "la reconciliación consolide la seguridad, la estabilidad y la confianza" entre sus habitantes.

Por su parte, Nasrala instó ayer a los libaneses a apoyar todas la iniciativas para la reconciliación nacional y deseó que la situación se calme en Trípoli, según señaló en una videoconferencia emitida por la cadena de televisión Al Manar, órgano de Hizbulá.

El acuerdo de reconciliación fue firmado esta noche en la residencia del mufti Chaar, el máximo dignatario religioso de Trípoli.

Los enfrentamientos entre suníes y chiíes estallaron en mayo pasado en Beirut y se extendieron a otras localidades del Líbano y, con especial intensidad, a Trípoli, en el norte del país.

Desde entonces, en esa ciudad se han registrado choques intermitentes, así como atentados contra el Ejército libanés, que se han cobrado la vida de decenas de personas.

Antes de firmar el documento de hoy, Siniora alabó el papel de Trípoli en la consolidación de la fisonomía de la ciudad, en la coexistencia cristiana-musulmana y en la consolidación de la democracia e independencia.

"Trípoli es una ciudad unida y el Estado debe garantizar su seguridad. Debe ser desmilitarizada ya que las armas no protegen a nadie", afirmó el jefe de Gobierno.

Insistió en que el documento firmado hoy implica que las fuerzas de seguridad asuman su total responsabilidad. "Aquellos que instigan los conflictos son los enemigos de la ciudad, y no serán protegidos", agregó.