La violencia con los niños motivó una de cada cuatro llamadas al teléfono del menor

Madrid.-  La violencia ejercida contra un menor, como puede ser el maltrato físico o psicológico, el acoso escolar o el abuso sexual, motivó en 2007 una de cada cuatro consultas de niños y adolescentes y más de un tercio de las realizadas por los adultos al teléfono de orientación de la Fundación ANAR.

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(EFE)

La violencia ejercida contra un menor, como puede ser el maltrato físico o psicológico, el acoso escolar o el abuso sexual, motivó en 2007 una de cada cuatro consultas de niños y adolescentes y más de un tercio de las realizadas por los adultos al teléfono de orientación de la Fundación ANAR.

Así se desprende del informe presentado hoy sobre la situación de la infancia y la adolescencia en España en relación con las llamadas recibidas tanto en la línea de ayuda a niños y adolescentes (900202010) como en la destinada al adulto y la familia (917260101).

El análisis de las 118.411 llamadas (3.167 fueron a través de la línea del adulto) revela que la violencia con los menores motivó un 22,45 por ciento de las llamadas durante el año pasado, por delante de las referidas a las dificultades en las relaciones familiares (22,2%) y los problemas en el colegio (17%).

Castilla y León (19.260) Andalucía (17.734) y Madrid (17.034) fueron las comunidades autónomas que efectuaron más llamadas, frente a Baleares (941), Asturias (1.355), La Rioja (1.539) y Galicia (1.736).

El teléfono atendió 202 casos de abusos sexuales, un número de consultas que permanece estable desde que se puso en funcionamiento esta línea hace 14 años, y que en 2007 supuso el 5 por ciento del total de llamadas efectuadas por los adultos y entre el 1 y 2 por ciento de las de los niños.

En total, se han registrado 25 inquietudes que los menores y adultos manifiestan cuando llaman a este teléfono, y que van desde los problemas de comunicación en el entorno familiar, la separación de los padres, el acoso escolar o bullying -que representa el 14,4 y el 7 por ciento de las consultas de los adultos, respectivamente- hasta las dudas en torno a la sexualidad o los problemas en la conducta.

Respecto a este último motivo, el director de programas de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo), Benjamín Ballesteros, ha destacado que el 9,5 por ciento de los adultos llaman por este motivo frente al 8 por ciento que lo hicieron al año pasado.

"Los problemas de conducta de los hijos se agravan", ha destacado Ballesteros, quien ha explicado que en estos casos los padres no saben cómo actuar con sus hijos porque no atienden a las normas establecidas.

Frente a ellos también destacan las situaciones de violencia machista en el seno familiar y que, a pesar de no ser el motivo principal de las llamadas de los menores, estuvieron presentes en el 16,88 por ciento de los casos, una situación que, en opinión de Ballesteros, es "alarmante".

En cuanto a los problemas en las relaciones familiares y del entorno, Ballesteros ha explicado que los menores manifiestan en esas llamadas que se sientes "aislados, solos y tristes, que pasan poco tiempo con sus familias".

En algunos casos estos problemas derivan en depresión, transtornos en la alimentación e incluso en intentos de suicidio, unas situaciones que se pueden evitar si los padres dedican más tiempo a sus hijos para compartir con ellos inquietudes y aficiones.

De todas las llamadas hubo 9.411 derivaciones sociales y 3.362 jurídicas, lo que quiere decir que el problema no se pudo resolver a través del teléfono.

Además, fue necesario intervenir tras 167 llamadas, dada la emergencia de la situación en la que se encontraba el menor y que, en la mayoría de los casos, estaba relacionada con el maltrato físico, seguido del abandono y el riesgo social.