El 'corralito' y la burbuja.com: así se sobrevive a una crisis

Que estamos de crisis lo saben hasta los niños. Eso sí, de cuánto queda para salir del túnel no hay más que pistas y predicciones más o menos optimistas. La cuestión nos ha llevado a plantearnos en qué punto exacto nos encontramos de este trance y cómo lo superaremos. Para intentar dilucidar alguna conclusión al respecto, nos ha parecido interesante hablar con personas que vivieron y salieron de otros momentos difíciles para la economía. ¿Cómo se sintieron? ¿La vieron venir? ¿Qué hicieron para sobrevivir?

(EFE)

Manifestación contra el 'corralito' en 2002.

El 'corralito' argentino

Día tras día, los países europeos anuncian nuevas ampliaciones de las garantías mínimas de los depósitos bancarios para insuflar renovada tranquilidad en los ciudadanos. Los expertos aconsejan que se guarde la calma, porque nadie quiere ver un 'corralito' (el bloqueo del retiro de fondos) en versión española.

Desde luego, escuchando la historia de Martín Santos (nombre ficticio) a uno se le quitan las ganas de sacar ni diez euros del cajero. Tan sólo un par de semanas antes del día se corrió el rumor de que los bancos iban a congelar las cuentas, Martín acababa de vender su casa, la única propiedad que tenía y que ha tenido en su vida, y había ingresado el dinero en su banco. Cuando llegó a intentar retirar algo, ya era tarde: la cola era kilométrica y el pánico se había desatado. A día de hoy, calcula que no ha recuperado más que la mitad de sus ahorros.

Del "mayor atraco bancario de la historia", tal y como lo denomina, Martín recuerda sobre todo el ruido en Buenos Aires cuando cientos de personas enfurecidas golpeaban con martillos y otros objetos los cristales de las entidades bancarias. Evoca también el pánico, la depresión y la desazón de la gente. ¿Lo vio venir? "Se sabía que el sistema de la convertibilidad no tenía futuro y que, tarde o temprano, iba a caer". Y, sin embargo, cuando cayó, fue el caos. "Todo el mundo estaba loco, nervioso, irascible... en aquel momento, si tú te encuentras con un banquero por la calle, lo matás", relata, "Porque el único dinero que tienes, lo poco que has podido ahorrar en tu vida, se lo queda un señor del Banco de Galicia".

Todavía no sabemos con certeza qué nos deparará la actual crisis económica. Desde luego, si miramos el ejemplo argentino, aunque la economía se haya recuperado, el balance que se hace de la crisis de 2001 no puede ser más que negativo. La historia de Martín es sólo una más, recurrente y común en amplias capas medias de la sociedad argentina "bancarizada", que quedó arruinada de por vida. "Todavía hay gente que no ha recuperado nada y personas que murieron sin poder salvar su dinero", lamenta.

La burbuja.com, euforia sin pies ni cabeza

Mientras el 'corralito' sumía a Argentina en el desastre absoluto, España era uno de los países occidentales donde se dejaban sentir los efectos del pinchazo de la burbuja.com. Desde aproximadamente 1996, una corriente especulativa había puesto cantidades ingentes de dinero en las llamadas 'punto-coms', empresas basadas en internet. Ya en el verano de 2000 se registraron caídas en bolsa, pero con el 11 de septiembre llegó el descalabro total. "El desplome fue espectacular y nos dimos cuenta de que no había vuelta atrás", relata Eduardo Pedreño, periodista y abogado que entonces trabajaba como consultor de tecnología en una agencia de comunicación.

Los que vivieron en primera persona el momento señalan el despilfarro como el principal rasgo distintivo de las compañías en las que trabajaban. "El problema fue que había mucho dinero en el mercado que se puso en ideas sin orden ni concierto", explica Pedreño. A.G fue otra profesional que sintió el estallido de la burbuja.com en sus carnes. En 2001, llegó a un gran portal español. Recuerda cómo su empresa invirtió 80 millones de pesetas sólo en servidores antes de siquiera hacer cálculos del volumen de usuarios que podían alcanzar. "Se gastaban cantidades ingentes de dinero, todo era gasto y nada ingreso".

El optimismo que dominaba entonces el sector internet podría parecerse al que ha reinado en el sector financiero durante los últimos tiempos. La sensación general hoy en día es que la euforia especulativa no tenía demasiado sentido. "Era como un pollo sin cabeza que no sabía dónde iba ni cuál era el modelo de negocio", resume A.G. Sin embargo, entonces no era tan evidente como ahora. "En aquel entonces se llegó a decir que la Nueva Economía había provocado que dejase de haber ciclos económicos", señala Pedreño. "Estábamos todos metidos en la locura colectiva y había pocas mentes claras", añade A.G, que cuenta cómo entonces el negocio estaba lleno de grandes oradores con poder de persuasión y discursos motivadores. "O sea, grandes vendedores de humo".

Tanto Eduardo como A.G habían encarrilado su carrera a internet cuando la burbuja.com les estalló en las narices. En la actualidad, ambos continúan trabajando en proyectos relacionados con la red. Tras la crisis, llegaron tiempos duros. Eduardo recuerda cómo su proyección profesional y su potencial de desarrollo parecieron estrellarse, aunque reconoce que tuvo suerte de caer en una empresa que supo diferenciar la burbuja de internet. "Los años siguientes al estallido fueron todo un trabajo de evangelización: hablar de internet en 2002 era como predicar en el desierto", coincide A.G.

La fórmula para lograr salir adelante en un sector tan tocado por la crisis fue, según Pedreño, la vuelta al concepto y al espíritu start-up: negocios más pequeños y bien atados, "con grandes dosis de realismo". ¿Y qué aprendieron de todo aquello que puedan aplicar a la situación actual? A.G lo tiene claro: "Que todo lo que entra en barrena, termina levantando el vuelo algún día... y viceversa".