Los civiles no aprendieron la lección tras la detención de Pinochet, según juristas

Santiago de Chile.-  Los civiles son los únicos que no aprendieron la lección y no asumieron sus culpas tras la detención, hace una década en Londres, del dictador chileno Augusto Pinochet, afirmaron hoy en Santiago juristas internacionales.

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(EFE)

Según la Comisión de Prisión Política y Tortura, 27.255 chilenos, de un total de 37.000 que prestaron testimonio, fueron torturadas durante la dictadura de Pinochet.

"Los ministros de Pinochet, sus subsecretarios, los alcaldes, los jefes de servicios, los miembros de las comisiones legislativas que en secreto elaboraban las leyes represivas, ninguno ha asumido nada", dijo a Efe el abogado chileno Roberto Garretón.

Según Garretón, miembro del grupo de trabajo de Naciones Unidas sobre detenciones arbitrarias, ningún político que trabajó a las órdenes de Pinochet, asumió su responsabilidad, no han tenido sanción alguna, y el poder sigue radicado en el Pinochetismo civil".

"La detención (de Pinochet) influyó radicalmente en los jueces chilenos y hoy día hay cambios espectaculares, también en los militares, pero ello no ocurrió con los civiles", recalcó el jurista, que participa en el seminario "El efecto Pinochet, a diez años de la detención en Londres", organizado por la Universidad Diego Portales.

"Todos ellos han seguido negando los hechos, dando como verdad lo que decía el régimen de Pinochet y descalificando a los que decíamos realmente la verdad. Esos no han tenido sanción alguna", subrayó.

El 16 de octubre de 1998, mientras estaba internado en una clínica de Londres, Pinochet fue detenido por la policía británica tras una petición de extradición hecha por el juez español Baltazar Garzón, que lo acusó de genocidio y torturas.

En tanto, el abogado de derechos humanos Hiram Villagra coincidió con Garreton al afirmar que "no hay que olvidar que actualmente hay alcaldes que tienen las manos manchadas de sangre".

Señaló que la lección que se ha sacado de la detención de Pinochet "es evidente, ya que el poder judicial, aunque lento y mal, ha avanzado".

"Hoy día es nuestro poder legislativo y la clase política la que está en falta frente a estos temas y es esencial que los supere, que se dicte sentencia contra violadores de derechos humanos que hoy en Chile tienen poder", afirmó.

"Muchos de ellos firmaron decretos que después dieron origen a detenciones y desapariciones", apostilló.

Villagra sostuvo que la detención de Pinochet permitió un "tremendo cambio" en la justicia internacional.

"La orden de Garzón logró que la vieja tradición de que los dictadores y sus séquitos al abandonar el poder se asilaban cómodamente ha caído y ahora (ellos) saben que el brazo de la justicia los puede cazar en cualquier parte del mundo", agregó.

Para el sociólogo británico Sebastian Brett, la detención de Pinochet en Londres significó un fuerte impacto para el poder judicial chileno, que hasta ese momento era proclive al régimen militar.

"Quizás fue como una obligación política, pero sin duda que lo que pasó en Londres fue como una vergüenza para los jueces chilenos que seguramente se preguntaron ¿Por qué ellos (ingleses) pueden hacerlo, por qué nosotros no?", añadió.

Según la Comisión de Prisión Política y Tortura, 27.255 chilenos, de un total de 37.000 que prestaron testimonio, fueron torturadas durante la dictadura de Pinochet, que utilizó esa práctica "como una política de Estado".