Barceló celebra la victoria de Obama

Málaga (España).-  "Me encanta" que los estadounidenses "hayan votado a Obama" como presidente de los EEUU, afirmó a Efe el artista español Miquel Barceló, que se encuentra en Málaga (sur de España) para inaugurar hoy su muestra "Obra africana" en el museo CAC.

El pintor señaló que los "africanos lo han celebrado" y "en Mali" -país en el que Barceló pasa temporadas desde hace 20 años- la población lo celebró "por la calle" y "con fervor", añadió.

Barceló tiene una gran relación con la etnia dogón de una región de Mali, desde que llegó allí por primera vez, en 1988, tras abandonar la escena artística de los años 80 de Nueva York.

En la ciudad de los rascacielos, Barceló (nacido en Felanitx, Mallorca, en 1957) sintió "la sensación de decadencia" y "agobiado" por "esa especie de codicia" se marcho de esa metrópoli, donde sus amigos eran artistas de primera línea como Basquiat o Lou Reed.

Y es que, para el pintor, Nueva York es la "única ciudad del mundo que conozco en que puedes jugar al fútbol con gente diversa". Pero la urbe le dejó de gustar "tanto, cuando -según él- se convirtió como en una Disneylandia".

Por otro lado, con respecto a la etapa de turbulencias financieras que se ha hecho notar en el mercado del arte, dijo que "la crisis que yo recuerdo fue saludable y siempre lo es".

En el mundo del arte, para él, "parece que se gane dinero fácilmente", pero "los artistas somos fácilmente utilizables".

"No conozco a ningún artista que no haya sido engañado", porque existen "profesionales con mucha codicia" que "saben cómo engañar" y "la obra te la roban y no sabes nunca más" de ella.

Asimismo, se declaró en contra de la multiplicación de ciertas galerías del arte internacionales, cual franquicias, en varias capitales del países desarrollados, factor al que calificó de "macroencefalia del arte".

El pintor, a su vez, recordó que "las grandes cadenas de subastas ya no han vendido tanto" y que "en las ferias de arte contemporáneo se venden las cosas más caras y lo de la gente joven no se vende", porque se va a "lo seguro".

Esta cuestión, la del "arte como inversión", no le interesa "para nada", porque el mercado "cambia mucho" y en él se produce la sobrevaloración.

Así, ejemplificó que "en Holanda, en el siglo XVII, por los bulbos de unos tulipanes pagaban lo que valía un palacio" y, mientras tanto, había "obras de Van Eyck que se vendían por nada".