Harry Reid pide ayuda de Bush y a los republicanos para la iniciativa de alivio automotriz

Washington.-  El líder de la mayoría demócrata del Senado de EE.UU., Harry Reid, instó hoy al presidente George W. Bush y a sus compañeros republicanos en el congreso a que ayuden a impulsar una medida de alivio para la industria automotriz.

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(EFE)

El líder de la mayoría demócrata del Senado de EE.UU., Harry Reid, dijo que en la sesión postelectoral que realizará el congreso la próxima semana, los demócratas "están comprometidos a hacer todo lo posible para ayudar a la industria automotriz".

Reid dijo en un comunicado que en la abreviada sesión postelectoral que realizará el congreso la próxima semana, los demócratas "están comprometidos a hacer todo lo posible para ayudar a la industria automotriz".

En particular, se estudiará un proyecto de ley que "salvaría los empleos de millones de trabajadores" porque ante la crisis que atraviesa el sector automotriz "es lo mínimo que se merecen".

Consciente de que la oposición demócrata tiene una ínfima mayoría en el Senado -ampliaron su mayoría para la 111 sesión del Congreso, que comienza en enero de 2009- Reid enfatizó que la aprobación de la medida requiere un esfuerzo de ambos partidos.

"La única manera de lograr aprobar este proyecto de ley es si el presidente Bush y los senadores republicanos trabajan con nosotros de manera bipartidista. Confío en que ellos tendrán el bienestar del país y la salud de nuestra economía en mente", puntualizó Reid.

El líder demócrata y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, son partidarios de la idea de que los fabricantes de automóviles, General Motors (GM), Ford y Chrysler sean incluidos en el plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares.

Reid hizo ese llamamiento de urgencia en momentos en que el sector automotriz también ha sentido los efectos de la crisis económica en Estados Unidos.

La semana pasada, la empresa GM anunció pérdidas de 2.500 millones de dólares para el tercer trimestre del año, y advirtió que sin la ayuda del Gobierno podría irse a la quiebra para fines de año.

Debido a su precaria situación, GM dijo que recortará aproximadamente 3.600 puestos de empleo en Norteamérica, 500 de ellos en Canadá.

La empresa Ford también ha registrado pérdidas multimillonarias y problemas de liquidez.

En paralelo al pedido de Reid, la senadora demócrata de Maryland, Barbara Mikulski, tiene previsto presentar esta tarde un proyecto de ley para ayudar a la industria automotriz, "ante la continua pérdida de miles de millones de dólares y la amenaza de la pérdida de millones de empleos estadounidenses".

Según la oficina de Mikulski, el objetivo de la iniciativa es respaldar al sector y, de paso, "ayudar a los consumidores estadounidenses y salvar sus trabajos".

Mikulski realizará sendas ruedas de prensa para presentar su iniciativa desde dos concesionarios de automóviles en los suburbios de Washington.

La crisis del sector fue uno de los temas que abordó Bush con su sucesor, el demócrata Barack Obama, durante una reunión de dos horas el lunes pasado.

Hasta ahora, el presidente Bush se ha mostrado reticente a respaldar un plan de rescate para empresas ajenas al sector financiero, pese a que muchas empresas privadas afrontan grandes dificultades.