1-1. El Sao Paulo cede un empate y aplaza la decisión del título brasileño para la última jornada

Río de Janeiro.-  El Sao Paulo, que tenía una ventaja de cinco puntos sobre el Gremio y apenas necesitaba de una victoria para conquistar con anticipación el Campeonato Brasileño, cedió hoy un empate en casa (1-1) frente al Fluminense y aplazó la decisión del título para la última jornada.

También quedó aplazada para la última jornada, que se disputará el 7 de diciembre, la definición de los otros dos equipos que clasificarán a la Libertadores del próximo año.

El Sao Paulo (72 puntos) y Gremio (69) ya garantizaron sus cupos, por lo que los otros dos boletos tendrán que ser disputados por Palmeiras (65), Cruzeiro (64) y Flamengo (64).

Igualmente, el próximo domingo se definirán dos de los conjuntos que caerán a la Segunda División. Los dos que matemáticamente ya perdieron su posición de honor son el Ipatinga y el Portuguesa.

El Sao Paulo, en un estadio Morumbí lleno y en el que sus hinchas conmemoraban la victoria con anticipación, era favorito para vencer su compromiso de hoy por la penúltima jornada de la Liga y conquistar el título brasileño por tercer año consecutivo.

Una victoria habría convertido al club tricolor en el primero de Brasil en conquistar la Liga tres años consecutivos y en sumar seis títulos en sus estanterías, pero no solo cedió un empate sino que vio al Gremio vencer por 4-1 al Ipatinga y reducir la distancia con el líder a tres puntos.

El Gremio, segundo en la clasificación y único con posibilidades de arrebatarle el título al Sao Paulo, consiguió con su goleada a domicilio mantener las esperanzas de conquistar el Campeonato Brasileño este año, en el que fue líder por varias jornadas.

Sao Paulo visitará el próximo domingo al Goiás, en tanto que el Gremio recibirá en casa al Atlético Mineiro.

Como los dos equipos punteros tienen igual número de victorias (20), un nuevo triunfo del Gremio en la última jornada y una nueva derrota del Sao Paulo convertirá al club de Porto Alegre en el nuevo campeón brasileño.

Cerca de 66.900 hinchas asistieron hoy al Morumbí (la segunda mayor taquilla del Campeonato) con la esperanza de conmemorar el título, pero no contaban con que el Fluminense podría aguarles la fiesta.

El conjunto de Río de Janeiro fue el mismo que este año eliminó al Sao Paulo de cuartos de final de la Copa Libertadores y llegó al Morumbí con la intención de demostrar que no era un invitado de piedra.

Fluminense llegó a asustar en los primeros minutos, pero el primero que tuvo una clara oportunidad de gol fue Borges, que desperdició un servicio que recibió desde la derecha y que lo dejó solo frente al portero del 'Flu', Fernando Henrique.

El propio Borges tuvo cinco minutos después otra gran oportunidad, pero, aunque acertó en la puntería, no contó con la habilidad de Fernando Henrique para desviarle un balón envenenado.

El 'Flu' fue soltándose en la medida que avanzaba el partido y llegó a tener una clara oportunidad en los pies de Washington, que fue frustrada por la defensa de Sao Paulo, y Luis Alberto, con un cabezazo, llegó a estrellar un balón en el poste.

En el segundo tiempo, el entrenador René Simoes, al percibir el nerviosismo del Sao Paulo, dispuso un equipo más ofensivo con el ingreso del centrocampista Tatá.

La sustitución tuvo efectos inmediatos y, transcurridos cinco minutos, Tatá hilvanó una jugada que dejó a Washington de frente al portero del Sao Paulo, Rogerio Ceni y, tras la atajada del guardameta, el propio Tatá se encargó de abrir el marcador.

A esa altura, el Gremio ya vencía por 3-1 al humilde Ipatinga, por lo que el gol del Fluminense cayó como un balde da agua fría en el Morumbí.

Los hinchas tricolores apenas reaccionaron cuando, en el minuto 12 del segundo tiempo, Borges recogió un balón que sobró dentro del área y, con un disparo incómodo, consiguió vencer a Fernando Henrique y establecer el empate.

Incentivado por la hinchada y con ganas de una victoria, el Sao Paulo impuso se mayor regularidad en el Campeonato y se lanzó con todo por el segundo gol.