Un autobús de Valladolid detectará posibles sustancias peligrosas en el aire

Valladolid.-  Un autobús urbano de Valladolid detectará, mediante una serie de sensores instalados en el vehículo, sustancias nocivas en el aire de la ciudad, y ayudará a la inmediata activación de un protocolo de alarma en caso de sustancias químicas peligrosas en el ambiente.

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(EFE)

Un momento de la presentación de un sistema de monitorización de la calidad del aire que forma parte del proyecto internacional OSIRIS, de la UE, y que utiliza robots de inspección para verificación in situ de gases biológicos y químicos a la hora de gestionar catástrofes medioambientales, hoy en Valladolid.

Así lo ha explicado hoy a Efe el responsable de este proyecto de la empresa GMV, Óscar Pérez, durante la simulación de una situación de emergencia producida por un ataque bacteriológico, organizada en el municipio vallisoletano de Boecillo.

El ejemplo ha detallado el modo de actuar en caso de que los monitores instalados en los autobuses detecten la presencia de un producto químico peligroso, en este caso la bacteria que produce la enfermedad del ántrax, una patología que puede producir heridas y úlceras y que está asociada a la guerra bacteriológica.

En el momento en el que los monitores detectaran esta sustancia en un centro de control ubicado en la Concejalía de Medio Ambiente en la capital vallisoletana, se avisaría a los Bomberos, a Protección Civil, la Policía Local y, si fuera necesario, a la Nacional.

A partir de ahí, los agentes acordonarían la zona y establecerían una ruta de evacuación del producto nocivo, además de rescatar y desinfectar a los posibles afectados.

En el simulacro de esta mañana se ha establecido como epicentro de la infección una furgoneta, en la que, tras aislar la zona, se ha representado la actuación de un equipo de desactivación de explosivos y de un robot con los mismos sensores de detección de sustancias peligrosas que el autobús urbano, que ha realizado una inspección del vehículo.

Tras esto, un camión de bomberos ha intervenido y ha cubierto el vehículo de espuma, en lo que ha supuesto la última fase de simulación del sistema de detección y desinfección del aire.

Para Óscar Pérez, este sistema es de "gran utilidad", pues permite hacer un inventario de calles donde los niveles de contaminación del aire son elevados y, a partir de ahí, dar información a los ayuntamientos de posibles calles donde tomar medidas para reducir el tráfico y la contaminación atmosférica.

Pérez ha indicado que este sistema de "medición de polutantes", que lleva seis meses funcionando en un autobús de Valladolid, amplía la información que ofrecían las nueve puntos fijos de control que posee la ciudad, los cuales dan unos datos "mucho más localizados".

Ha explicado que este proyecto de medición del aire a través del transporte público es pionero en España, y que la empresa baraja introducirlo en ciudades como Madrid y Barcelona.

El presidente de la empresa que gestiona los autobuses urbanos de Valladolid (AUVASA), Fernando de la Cruz, ha mostrado su satisfacción por este proyecto, el cual ofrece una cantidad de datos "impresionantes" sobre el aire de la ciudad.

De la Cruz ha aseverado que la presencia de estos monitores "no se nota absolutamente nada", y que en estos momentos, el autobús urbano que lleva este sistema realiza los trayectos de las líneas que dan más cobertura a la ciudad: C1, C2, 1 y 2.

La simulación ha formado parte de las demostraciones de un proyecto de la Comisión Europea de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) denominado Osiris, el cual prevé la medición de diferentes variables a través de monitores instalados en lugares estratégicos.

El proyecto cuenta actualmente con la participación de siete países de la Unión Europea y catorce compañías, entre las que se encuentra GMV, responsable en Valladolid y con una de sus sedes situada en el Parque Tecnológico de Boecillo.