La Junta detectó en 2006 múltiples deficiencias en centro de menores de Cuenca

Toledo.-  La Junta de Castilla-La Mancha detectó en 2006 que en el centro de menores Nuestra Señora de la Paz, de Villaconejos del Trabaque (Cuenca), había deficiencias en las instalaciones, problemas en el sistema de seguridad, malos olores y de que su sala de contención producía "una privación sensorial añadida".

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(EFE)

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, durante una entrevista concedida a EFE. EFE/Archivo

Así consta en un informe, al que ha tenido acceso EFE, que fue remitido el 30 de marzo de 2006 a Emilio Pinto, presidente de O'Belén, la Fundación encargada de gestionar el centro, uno de los que aparece en el estudio del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, sobre "Centros de Protección de Menores con Trastornos de Conducta y en situación de Dificultad Social".

Dicho informe fue el resultado de una visita del coordinador de Protección de la Dirección General de Familia de la Consejería de Bienestar Social al centro e iba acompañado de un escrito firmado por director del área, Matías Segundo Nieto.

"Sorprende, en general, el mal olor", exponía el documento, que aludía a la mala evacuación de las aguas y a la necesidad de construir una arqueta.

Tampoco había armario en ninguna habitación, por lo que los menores tenían su ropa en el suelo, y en alguna de las estancias se había quitado el bidé, pero se había dejado el agujero abierto.

El informe avisaba de que la sala de contención, "debido a su iluminación y color (negro), además produce una privación sensorial añadida" y planteaba que estaba muy alejada del resto de espacios comunes y que no había un lugar especial para el personal que debe supervisar al menor en todo momento mientras permanece en la sala.

Asimismo, criticaba que no hubiera un sistema de llamada entre las habitaciones y los educadores, "situación especialmente peligrosa por la noche en las habitaciones en las que se cierran con llave a los menores".

Planteaba que los educadores no tenían ningún lugar cercano a las habitaciones en el que permanecer que no fuera el pasillo.

En cuanto al estado de las instalaciones, el informe decía: "impresionan los pequeños deterioros en ventanas, puertas, paredes, enchufes, que produce una primera sensación de abandono y descuido".

"Además de las reparaciones urgentes que necesita el centro, se echa en falta la existencia de personal de mantenimiento, sin menoscabo de las tareas que puedan realizar los menores para dicho fin", añadía.

A la vista del estado y funcionamiento del centro, la Dirección General de Familia planteaba que era necesario llevar a cabo visitas mensuales para tratar "aspectos no sólo ambientales, sino de carácter metodológico y también de funcionamiento y coordinación".

El informe dado a conocer esta semana por el Defensor del Pueblo apunta, entre otras cuestiones, que la sala de contención del centro es "tétrica" por estar forrada por completo de goma negra e indica que la dirección del centro lo califica de "abrazo psicológico".

De hecho, a los menores entrevistados para ese estudio les abrumaba y asustaba la estancia en la sala y uno de ellos "se encontraba aterrado y solo en el módulo de observación y repetía constantemente que se iba a portar bien".

El Defensor también indica que el confort de las habitaciones mejora en función de las fases por las que pase el menor y plantea que, al acoger el centro a siete menores de protección y a otros ocho con medidas judiciales de reforma, los primeros "se ven obligados a convivir en un espacio más opresivo del habitual".

Preguntado por el informe del Defensor, el delegado de la Consejería de Salud y Bienestar Social en Cuenca, Ángel Tomás Godoy, ha dicho hoy que el centro ha sido visitado 28 veces en tres años.

Ha asegurado que "a la Fundación O'Belén se le ha dicho que tiene que mejorar tanto las instalaciones como el procedimiento terapéutico que están recibiendo los menores" y ha manifestado que el centro "ha mejorado mucho" desde la visita de los técnicos del Defensor del Pueblo.

El consejero de este área, Fernando Lamata, ha abierto una investigación sobre las quejas que plantea el Defensor sobre el centro de Cuenca y sobre el "Casa Joven" de Azuqueca de Henares (Guadalajara), aunque aseguró que no le constaba la existencia de ninguna denuncia relativa a ninguno de los dos.