Vázquez y Beltrán también dejaron en evidencia a Estados Unidos

Miami (EEUU).-  Lo que ya se sabía, que en Estados Unidos no tienen ningún interés por el Clásico Mundial, quedó demostrado después de ver como en las gradas del Dolphin Stadium, los 30.539 fanáticos que vieron el partido contra Puerto Rico celebraron a lo grande la victoria de los boricuas por 11-1.

Muy pocos aficionados estadounidenses estuvieron presentes en Miami para ver como el abridor Javier Vázquez silenció a la artillería pesada de Estados Unidos y el ataque de Puerto Rico, encabezado por Carlos Beltrán, destrozó al pitcheo del equipo de las barras y las estrellas.

Puerto Rico no sólo ganaba a Estados Unidos sino que además los humillaba con la peor derrota desde que se disputa el Clásico Mundial y además el partido tuvo que concluirse en la séptima entrada de acuerdo al reglamento de "consideración" para un rival que en la pizarra va abajo 10 o más carreras.

"Ha sido el triunfo de todo el equipo", declaró Beltrán, el jardinero de los Mets de Nueva York. "Se cumplieron los axiomas del deporte del béisbol de que al tener un buen pitcheo, bateo y defensa, las opciones de triunfo son mayores".

Nada menos que 13 imparables pegó la artillería pesada de Puerto Rico, recibió cuatro bases por bolas y al menos siete de nueve peloteros pegaron uno o más indiscutibles.

Beltrán, que se fue de 3-3 con tres anotaciones y dos carreras impulsadas, reconoció que el ambiente que se había vivido en las gradas del Dolphin Stadium era como si hubiesen estado en Puerto Rico.

"Sentimos como si jugásemos en Puerto Rico, hemos tenido un gran apoyo en las gradas y no esperaba que fuese así", comentó Beltrán. "Creíamos que iba a ver más estadounidenses porque estamos en su país, pero les damos las gracias a todos".

Por su parte, Vázquez logró una gran victoria tanto de equipo como individual, al romper la imagen de que no podía ganar un partido importante.

"No me preocupa nada de lo que digan de mi, lo único que hago es salir al montículo y hacer mi trabajo", destacó Vázquez. "Además los compañeros del ataque me dieron todo el respiro que necesitaba al anotar primero las carreras de la ventaja".

Vázquez estuvo siempre dominador y colocó los lanzamientos que hicieron imposible el despertar de los bates estadounidenses, que reconocieron haberse enfrentado a un gran abridor.

"Creo que la clave del partido estuvo cuando superé la situación de tener corredores en tercera y segunda", explicó Vázquez. "Cuando ponche a Mark DeRosa sabía que el partido iba a ser mucho más fácil para nosotros".

Vázquez (1-0) se quedó con el triunfo después de lanzar cinco entradas completas, espaciar cuatro imparables con una carrera permitida, no dio base por bolas y abanicó a dos bateadores, mientras que dejó en 1.80 su promedio de efectividad.

Por su parte, el manejador de Puerto Rico, José Oquendo, destacó que el trabajo que hizo Vázquez en el quinto episodio, cuando retiró a DeRosa, fue decisivo.

"No hay ninguna duda que fue un gran episodio, especialmente para Javi", destacó Oquendo. "Trabajo duro e hizo lo que tenía que hacer como abridor".

La gran victoria frente a Estados Unidos mantuvo a Puerto Rico (4-0) invicto en lo que va de torneo y el lunes tendrá la gran cita con Venezuela (4-1), que ganó 3-1 a Holanda, para definir al primer semifinalista del torneo.

"Será un partido complicado, pero esperamos estar preparados y conseguir la victoria que nos permita asegurar el pase a las semifinales", comentó Oquendo. "El equipo está muy bien, la moral es alta y tenemos que seguir haciendo bien las cosas y disfrutando del juego".

Mientras que Estados Unidos tendrá que definir contra Holanda su continuidad en el Clásico Mundial y no le queda más opción que el triunfo si no quiere quedar eliminado, algo que no preocuparía a los aficionados locales, que siguen sin tener interés por el torneo, pero si afectaría a la imagen del deporte del béisbol.