El condenado del "crimen de la Degollada" pide una rebaja de pena y el fiscal no ve ensañamiento

Oviedo.-  El abogado de Juan Antonio Santiago, condenado a 23 años de prisión por asesinar en 2007 a su ex novia en La Degollada (Candamo), ha pedido hoy al Tribunal Superior de Justicia de Asturias que rebaje la pena al creer no probadas las agravantes que se le aplicaron, entre ellas la de ensañamiento, única en la que el fiscal coincide en no apreciar en la conducta del condenado.

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(EFE)

El ex novio de Ana Isabel Gutiérrez, la joven de Avilés cuyo cadáver fue encontrado el pasado jueves en Candamo tras estar desaparecida desde el pasado día 14, ingresó hoy en prisión tras prestar declaración en el Juzgado de Instrucción número 1 de Avilés. En la imagen la policía traslada al detenido a la salida de los juzgados.

La Audiencia Provincial de Asturias condenó el pasado mes de noviembre a 23 años de prisión a Juan Antonio Santiago Abad por el asesinato, la noche del 14 de junio de 2007, de su ex novia Ana Isabel Gutiérrez, a la que propinó varios golpes con un objeto contundente.

Además de que se anule la agravante de ensañamiento, el abogado del reo ha pedido al tribunal que deje sin efecto las de alevosía, aprovechamiento de tiempo y lugar y de parentesco, al no haber sido, a su juicio, probadas.

El fiscal ha rechazado estos alegatos y tan sólo ha coincidido con la defensa en no apreciar la circunstancia agravante de ensañamiento en la conducta del condenado.

Las otras tres acusaciones, ejercidas por el abogado del Estado, al ser considerado este crimen un acto de violencia machista, y las particulares de la familia y de la hija de la asesinada, han rechazado las cuatro argumentaciones de la defensa.

En relación a la agravante de alevosía, el abogado del condenado ha dicho que la víctima se pudo defender de la agresión que fue "de frente, cuerpo a cuerpo" y ha asegurado que se desconoce cómo fue el inicio y el final de la acometida.

El fiscal ha señalado que el ataque se pudo realizar por la espalda y que cogió a la víctima por sorpresa cuando se estaba abrochando los pantalones sin que se pudiera defender y que sólo se cubrió la cabeza con los brazos de forma instintiva ante los reiterados golpes que sufrió.

En relación al ensañamiento, el abogado de Juan Antonio ha aducido que "no hay prueba alguna que garantice el sufrimiento de la víctima" y que la duda debe garantizar a su defendido.

En este sentido, la abogada de la familia de la víctima ha asegurado que "no hay nada más inhumano que dejar a una persona viva desangrándose entre los matorrales" como hizo el reo.

El abogado defensor ha asegurado que no se le puede aplicar a su defendido el atenuante de parentesco al haber roto su relación con la víctima antes del suceso, cuestión que ha sido refutada por las acusaciones al señalar que una reforma del Código Penal contempla este perjuicio cuando "exista o haya existido" una relación de tipo sentimental.

En referencia al atenuante de aprovechamiento del lugar y tiempo, el letrado defensor ha asegurado que el suceso se produjo de día en un lugar cercano a un merendero.

Ante este razonamiento, el abogado de la hija de la fallecida ha recordado que el cuerpo de la víctima fue hallado "una semana más tarde del suceso y por casualidad", y que las diferentes pruebas indican que el crimen se realizó por la noche.

Las cuatro acusaciones han rechazado también las eximentes pedidas por el abogado defensor en relación a que su defendido padeció durante el suceso un transtorno mental transitorio que se agravó con el consumo de cocaína y alcohol.

El abogado del Estado ha argumentado que no puede haber eximente de transtorno mental transitorio y consumo de sustancias tóxicas ya que el reo utilizó el coche sin ningún tipo de percance antes y después del suceso, y que se comportó con toda normalidad tras el asesinato cuando se tomó una copa en un pub, habló con la madre de la fallecida y, al día siguiente, con la Policía.